En el paisaje nevado del Parque Nacional Laguna del Laja, en la comuna de Antuco, es posible divisar al zorro culpeo. Este invierno, mientras muchas familias llegan a disfrutar de las vacaciones y la nieve, se tiene la oportunidad de encontrarse con ejemplares de esta y otras especies que habitan en las áreas cordilleranas.
En entrevista con diario La Tribuna, Jonathan Guzmán, jefe de la Unidad de Innovación e Investigación de la Universidad de Concepción sede Los Ángeles, fue consultado sobre la presencia del zorro culpeo en esta zona. "El Parque Nacional Laguna del Laja es un hábitat ideal para el zorro culpeo. Con sus 11.600 hectáreas y su clima de transición entre mediterráneo y templado húmedo, el parque ofrece una rica diversidad de flora y fauna", explicó el académico.
El zorro culpeo, conocido científicamente como Lycalopex culpaeus y comúnmente como zorro andino, colorado o rojo, es un depredador clave en los ecosistemas andinos. "Este zorro tiene una dieta variada que incluye principalmente roedores, aves, insectos y pequeños mamíferos. En algunas regiones, también consume frutos y carroña, adaptándose a la disponibilidad de alimentos en su entorno", comentó Guzmán.
En el Parque Nacional Laguna del Laja, su dieta durante las estaciones de verano, otoño e invierno está compuesta principalmente por roedores (75.0%), artrópodos (19.8%), lagomorfos (5.2%) y algunas semillas y frutos, según datos proporcionados por el entrevistado a diario La Tribuna.
El paisaje del parque es muy diverso, con vegetación que va desde estepas alto-andinas hasta densos bosques nativos. "Este entorno proporciona un hábitat ideal para el zorro culpeo, donde puede encontrar refugio y alimento", añadió.
Además de su importancia ecológica, el zorro culpeo tiene un significado cultural en nuestro país. Por ejemplo, es parte de la identidad del equipo de fútbol chileno Cobreloa, cuya barra hace alusión a sus cantos y en su indumentaria. "El nombre 'culpeo' proviene del mapuche 'culpem,' que se puede traducir como 'locura,' refiriéndose a la tendencia de estos animales a exponerse al ser humano", explicó el profesor Guzmán en alusión al comportamiento del zorro culpeo que se expone al ser humano, en lo que a menudo deriva en su caza.
SUS ZONAS DE REFUGIO
En términos de comportamiento, el zorro culpeo es un animal solitario durante los períodos no reproductivos. "En verano, utiliza matorrales y huecos entre los troncos para refugiarse, mientras que en invierno se protege de la lluvia bajo terrenos pedregosos para evitar la inundación. Caza principalmente durante el crepúsculo y la noche, acechando aves y pequeños mamíferos", describió el académico de la sede angelina de la UdeC.
También destacó la importancia de proteger a esta especie y su hábitat. "A pesar de su belleza y apariencia amigable, es fundamental recordar que el zorro culpeo es un animal silvestre y no debe ser alimentado ni molestado por los seres humanos. Es esencial respetar su espacio y admirarlo desde la distancia", afirmó el académico.
DE TROTE CONTÍNUO EN GRANDES EXTENSIONES
Según estudios realizados en Tierra del Fuego, se ha encontrado que el ámbito de hogar de un zorro culpeo puede variar considerablemente, con un promedio anual de 4.5 km². Los machos tienden a tener un hogar más pequeño en comparación con las hembras, y ambos sexos muestran una mayor actividad durante la noche, especialmente en invierno y primavera. El culpeo es capaz de recorrer grandes extensiones de terreno trotando a una velocidad estimada de 30 km/h.
En términos reproductivos, las hembras dan a luz dos veces al año, con un período de gestación de 65 días. Tras el nacimiento de dos a cinco crías, el macho alimenta a la hembra llevándole presas a la cueva. Cuando las crías crecen, la madre les enseña a cazar, y tras unos cinco meses, los expulsa para que se vuelvan autosuficientes.
Durante los períodos no reproductivos, el zorro culpeo es un animal solitario. En verano, utiliza matorrales y huecos entre los troncos para refugiarse, mientras que en invierno se protege de la lluvia bajo terrenos pedregosos para evitar la inundación. Caza principalmente durante el crepúsculo y la noche, acechando aves y pequeños mamíferos. En ocasiones, ataca gallineros y, de manera inteligente, se gana la confianza de corderos y ovejas para luego arrebatarles sus crías.
FAUNA EMBLEMÁTICA
El zorro culpeo habita principalmente en la Cordillera de los Andes y sus estribaciones, adaptándose a una variedad de ecosistemas que incluyen desiertos, valles, matorrales, bosques, estepas y zonas costeras.
En la provincia de Biobío un lugar donde se puede observar este cánido es en el Parque Nacional Laguna del Laja, que cuenta con una extensión aproximada de 11.600 hectáreas, situándose a 93 km al este de la ciudad de Los Ángeles y a una altitud de 1.100 m.s.n.m.
El clima en esta área protegida es de transición entre mediterráneo y templado húmedo, con veranos secos e inviernos lluviosos con precipitaciones en forma de nieve. El paisaje es muy diverso, con diferentes tipos y calidades de suelo debido a las sucesivas erupciones volcánicas en la región. La vegetación incluye estepa alto-andina, bosque caducifolio alto-andino, plantas alto-andinas en forma de cojín, y formaciones arbustivas pre-andinas con especies como el chilco y el radal enano. También hay bosques nativos densos con especies del género Nothofagus, donde destacan los coigües y los hualles, y del bosque esclerófilo, donde sobresalen los litres y los quillayes entre otros. En términos de fauna, además del zorro culpeo, destacan el puma y los roedores entre los mamíferos; el cóndor y el carancho cordillerano entre las aves. También anfibios como el sapo de cuatro ojos y reptiles como la lagartija lemniscata y los peculiares matuastos entre muchas especies más.
Parque Nacional Laguna Laja Antuco (1) / Fredy Muñoz, La Tribuna
Parque Nacional Laguna Laja Antuco (2) / Fredy Muñoz, La Tribuna
Parque Nacional Laguna Laja Antuco (3) / Fredy Muñoz, La Tribuna
Parque Nacional Laguna Laja Antuco (4) / Fredy Muñoz, La Tribuna