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Antes de conocer al ratoncito oliváceo (Abrothrix Olivaceus), ¿sabías que los roedores son el grupo más diverso entre los mamíferos, con más de 2 mil especies que representan sobre un tercio de todas las especies de mamíferos? Evolutivamente, se encuentran en casi todos los ecosistemas, excepto en la Antártida, Nueva Zelanda y algunas islas pequeñas.
Con estos pequeños mamíferos, de inmediato se nos viene a la mente su dentadura, la cual es muy característica y compuesta por un par de incisivos superiores e inferiores que nunca dejan de crecer. Sus dientes son extremadamente duros, de hecho, más que el plomo, aluminio, cobre e incluso el hierro, lo que les permite, por ejemplo, roer tuberías. Entonces, después de eso, morder cañerías de PVC, contenedores de plástico o cajas de cereales es muy, pero muy fácil.
En entrevista con diario La Tribuna, el DR. Jonathan Guzmán, académico de la Universidad de Concepción Campus Los Ángeles manifestó que, aunque parezca claro y sencillo, muchas personas aún confunden al Ratoncito Oliváceo con otras especies. Entonces, "para aclarar esto, podemos decir que sí son roedores, por ejemplo, ratones, ratas, hámsteres, conejillos de indias, marmotas, ratas almizcleras, jerbos, ardillas, castores, puercoespines, chinchillas, topillos, marmotas, capibaras, entre otros. Sin embargo, mamíferos como murciélagos, conejos, topos, musarañas y erizos no, ellos no son roedores.
En ese sentido agregó que también "es necesario dejar bien en claro que los roedores que vemos en nuestra casa por lo general son especies introducidas. En otras palabras, la famosa rata negra (Rattus Rattus), el enorme guarén (Rattus Norvegicus) y la pequeña laucha común (Mus musculus) no son especies nativas de Chile ni de Sudamérica, sino que llegaron desde Europa a través de barcos".
Detalló que la rata negra y la laucha común habrían arribado al continente con la llegada de los conquistadores en el siglo XVII, mientras que el guarén se dispersó a este continente de manera natural en el siglo XIX. En consecuencia, aquí nos referiremos a los roedores nativos de Chile, especies que se han adaptado a una gran variedad de hábitats, desde el Desierto de Atacama hasta los bosques templados de nuestro hermoso sur y extremo sur del país.
De hecho, son animales tan exitosos en nuestras fronteras que habitan algunas de las especies más australes del planeta, como el ratoncito oliváceo, que vive en la Reserva de Biósfera Cabo de Hornos. También destaca el "ratón amarillento", un chileno que vive a la mayor altura del mundo (sobre los 6700 msnm) en el Volcán Llullaillaco en el norte de Chile.
Al "Ratoncito Oliváceo", científicamente se conoce como Abrothrix Olivaceus, que se puede traducir como "agudo diente aceitunado". Pesa unos 30 gramos. Esta especie lleva ese nombre por su coloración más bien oliva, de hecho, parece una verdadera aceituna peluda, pero, además, también se le conoce como "laucha de campo".
El académico del Departamento de Ciencias Básicas de la Universidad de Concepción Campus Los Ángeles expresó que "reproductivamente produce entre dos a tres camadas por año que están compuestas en promedio por cinco embriones durante la época reproductiva, que se extiende entre agosto y marzo".
Igualmente, de manera anecdótica, el naturalista Rafael Housse menciona en su libro Los animales salvajes de Chile (1953) que "un señor tuvo varios individuos viviendo en jaulas, quienes estaban amansados y no intentaban escapar. Aunque el ratoncito oliváceo puede vivir en una jaula si se le proporcionan buenas condiciones, esto no se debe hacer ya que son nativos y están protegidos".
Dicha especie tiene una gran adaptación a diferentes climas, ya que se puede encontrar desde el norte de nuestro país hasta el fin del mundo en Magallanes. "Es una especie muy relevante para la salud de los ecosistemas, ya que, gracias a su dieta omnívora, dispersa semillas y esporas de plantas y hongos. Esto puede ocurrir tanto entre su pelo como al consumir los frutos. Al defecar las semillas, no solo las transporta de un lugar a otro en el ecosistema, sino que el paso por el estómago aumenta las tasas de germinación por acción de los ácidos gástricos que ablandan las coberturas de la semilla" puntualizó el investigador.
El ratoncito oliváceo contribuye a los ecosistemas, siendo parte fundamental de la dieta de mamíferos mayores. Por ejemplo, "diversos estudios señalan que él y otros roedores nativos son parte fundamental de la dieta de los zorros chilenos, quienes dependen de ellos como una de las principales fuentes de alimento" manifestó. En otras palabras, es una parte integral de las cadenas tróficas en los ecosistemas chilenos, sirviendo como presa para varios depredadores carnívoros como la guiña, el zorro culpeo, el zorro chillo e incluso aves rapaces como la lechuza blanca y culebras como la de cola larga.
Habita en el Parque Nacional Laguna del Laja en Antuco, a 93 kms al este de la ciudad de Los Ángeles y a una altitud de 1.100 m.s.n.m.
Sobre su impacto en el medio ambiente, "nuestro ratón oliváceo es una especie que debemos proteger por su importancia en los ecosistemas. Estos ecosistemas deben ser preservados para asegurar la supervivencia de sus habitantes. Este ratón no es una laucha, ni un guarén, tampoco una rata negra; es un animal nativo que no vive asociado al hombre, sino en los ecosistemas silvestres de nuestro país, siendo vital para mantener el equilibrio de nuestros ecosistemas.
Reconocer su valor y trabajar para preservar su hábitat nos permitirá seguir disfrutando de la rica biodiversidad de nuestro país" enfatizó el biólogo en entrevista con diario La Tribuna.
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