Este miércoles 4 de septiembre, el norte de Chile fue escenario de una seguidilla de sismos que alertó a la población. El primero de estos movimientos telúricos, de magnitud 3,9, ocurrió a las 14:11 horas en la región de Tarapacá, con epicentro a 45 kilómetros al suroeste de Mina Collahuasi y una profundidad de 104 kilómetros, según informó el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile.
Poco después, a las 15:53 horas, un nuevo sismo se registró en la región de Antofagasta, esta vez de magnitud 3,2. El epicentro se ubicó a 57 kilómetros al sur de Sierra Gorda, con una profundidad de 94 kilómetros, de acuerdo con los datos proporcionados por el mismo organismo.
A pesar de la secuencia de temblores, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) no ha reportado daños a personas, infraestructuras ni alteraciones en los servicios básicos en ninguna de las dos regiones afectadas. De momento, las autoridades continúan monitoreando la situación, pero hasta el momento no se han emitido alertas adicionales.
Hay que recordar que estos movimientos telúricos son parte de la constante actividad sísmica que caracteriza al norte de Chile, una región situada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, zona conocida por su alta frecuencia de terremotos y temblores.
