Medio Ambiente

¡Zumbidos de verano! El curioso mundo de los molestos coliguachos

Desde su nombre en mapudungún hasta su rol en el ecosistema, estos dípteros no solo buscan sangre. Descubre por qué en enero alcanzan su apogeo y cómo lidiar con su insistente zumbido.

Los coliguachos aparecen en la época de calor., Cedida
Los coliguachos aparecen en la época de calor. / FUENTE: Cedida

La tradición popular sostiene que cada 20 de enero, durante la peregrinación de San Sebastián, en Yumbel, los coliguachos desaparecen.

Este insecto, conocido científicamente como "Osca lata", es muy común en los meses de verano en nuestro país, especialmente en zonas rurales cuando las personas concurren a ríos y piscinas para mitigar el calor estival.

Que levante la mano quien no se haya enfrentado a algún coliguacho en este tiempo de calor cuando uno de esos insectos sobrevuela amenazante, con su característico zumbido que a nadie deja indiferente. Vuelan los manotazos tratando de ahuyentarlo o atraparlo, si es posible.

Pero ¿qué es un coliguacho?

El coliguacho es un díptero de gran tamaño (unos dos centímetros de puro zumbido), con una banda roja de pelos a cada lado del tórax y otra al final de éste. Justamente esa característica explica su nombre que proviene del mapudungún, que significa colli (rojo) y huatha (barriga), es decir, "guata roja".

Habita desde las regiones de Coquimbo hasta Los Lagos, prefiriendo ecosistemas de bosque con humedales, lagunas o ríos cercanos. Su ciclo de vida se intensifica entre octubre y marzo, con un peak de actividad entre diciembre y enero, coincidiendo con las altas temperaturas y la mayor disponibilidad de alimento.

Un detalle importante, las hembras de coliguacho son unas verdaderas vampiras (técnicamente se dice que son hematófagas) ya que buscan sangre de mamíferos para completar el desarrollo de sus huevos. Esto explica su tendencia a acercarse a los humanos, especialmente en áreas rurales donde las actividades al aire libre son comunes. Les atrae el color oscuro (vista ropas claras), la liberación de sudor y el dióxido de carbono exhalado por las personas.

La creencia de que los coliguachos desaparecen el 20 de enero podría estar relacionada con la observación de su ciclo de vida, ya que su presencia disminuye hacia finales de enero, lo que coincide con la tradición popular en Yumbel, donde la peregrinación de San Sebastián es una festividad de gran importancia cultural y religiosa.

Para quienes planean actividades al aire libre en zonas rurales durante el verano, se recomienda tomar precauciones para evitar las molestias causadas por los coliguachos. Algunas medidas incluyen el uso de ropa de colores claros, evitar perfumes fuertes y utilizar repelentes adecuados. Además, es aconsejable evitar movimientos bruscos, ya que estos insectos se sienten atraídos por el movimiento y pueden volverse más insistentes.

Aunque pueden ser molestosos, lo cierto es que estos insectos cumplen un rol en el ecosistema que habitan ya que son parte de la cadena trófica, es decir, son el almuerzo de reptiles, peces, arácnidos y aves. También son biondicadores de la calidad del hábitat, es decir, su presencia denota que los entornos no están siendo perturbados.

También son polinizadores. Los machos buscan néctar y eventualmente polinizan aunque las hembras, aunque sean hematófagas, también pueden buscar néctar, el cual les proporciona energía de rápido metabolismo.




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