El déficit hídrico es un panorama que se ha venido dando durante años, y que no solamente ha afectado al territorio nacional, sino que también al plano internacional, causando estragos en las producciones y cultivos agrícolas, además también de afectar el consumo y disponibilidad de agua para las personas, como es el caso de lo que ha sucedido en el estado de California, Estados Unidos.
Según el gerente de la Asociación de Canalistas del Laja, Héctor Sanhueza, el cambio climático ha traído distintos panoramas a los que hay que saber enfrentarse, "más que disminuir la cantidad de lluvia, ha cambiado las características de cómo se presenta esa lluvia, al final lo que pasa es que cae la misma cantidad de agua, pero de manera muy concentrada por lo tanto, después tenemos espacios muy grandes de sequía, periodos durísimos como lo vivido este año, donde durante los primeros 108 días del año no llovió. Son esas características las que hacen que los embalses sean necesarios más que nunca", señaló.
Asimismo, el presidente de Socabío, José Miguel Stegmeier, concordó con las palabras de Sanhueza, agregando que según expertos el cambio climático traería nuevos cultivos en la fruticultura, "aparecemos como una de las zonas con más aspectos favorables, ya que podríamos como provincia producir, lo que por ejemplo se produce en Curicó, eso en cuanto a la fruticultura, además también mantendríamos la posibilidad de producir lo que hacemos hasta el día de hoy, pero pese a todo ello el gran conflicto se va a dar en cuánta capacidad tengamos de regar, y es por eso que necesitamos tener las aguas embalsadas", enfatizó.
Bajo ese mismo sentido el representante de Socabío indicó que más del 80% del agua caída se pierde, lo mismo opinó el diputado y presidente de la comisión de Agricultura de la Cámara baja, José Pérez Arriagada. "Es necesario retener las aguas lluvias, y poder aprovecharlas en la época que más se requiere. Estas aguas que caen se van directo al mar, y deberíamos poder retenerlas", comentó.
En tanto el senador, Víctor Pérez Varela, manifestó que en la provincia se necesita un embalse, "se debe combatir la sequía, racionalizar el uso del agua, eso para detener la pérdida de recurso hídrico en los meses de invierno, la que se va directo al mar".
En la provincia de Bío Bío, no existe ningún embalse fabricado para riego, así lo indicó José Miguel Stegmeier, ya que actualmente existen para el uso de generación de energía, "desde el punto de vista del riego requerimos un embalse en la localidad. El territorio tiene ventajas para poder hacerlo y también está el recurso, además de la geografía", manifestó asegurando que el riego sólo tiene futuro si se hace un embalse.
En cuanto, a eso mismo el diputado Pérez Arriagada, indicó que la provincia tiene quebradas que permiten tener las aguas en esos lugares, "hay sectores con pendientes, donde se puede regular su retención, para proceder después a su utilización".
"Algo fundamental y esencial es una política de embalse, de infraestructura, eso para poder mejorar toda nuestra capacidad de agua que deben ser usadas. Para mí, lo anterior es una prioridad, y me extraña que no se haya fijado la provincia como una de las que deben tener un embalse, siendo una localidad claramente agrícola, en donde el riego juega un papel fundamental", manifestó el senador Pérez Varela.
El presidente de la comisión de Agricultura de la Cámara baja, indicó también que el tema de los embalses se lo ha hecho ver al Gobierno desde hace unos años, "hemos estado reunidos con el ministro de Agricultura, el que nos planteó un desafío para mostrarle en qué lugares de la provincia se justifica un embalse, eso para poder analizarlo y tenerlo en carpeta", enfatizó.
En tanto, el senador Víctor Pérez Varela, comentó que lo que hemos visto actualmente son acciones de emergencia, "no es una acción sostenida y sistemática, planificada para poder mejorar. Nos hemos quedado, por parte de este Gobierno, en muchos anuncios pero nada se ha concretado, por lo tanto, la necesidad de establecer una política mediana a largo plazo, eso se visualiza como de alta necesidad", indicó.
Héctor Sanhueza, manifestó que si bien la provincia de Bío Bío es una localidad, en relación a las demás, rica en recursos hídricos, está sometida a una demanda creciente por el uso de las aguas, "y eso que hemos entrado en conflicto, estamos siendo afectados los distintos sectores. Hoy eso se da entre la energía, el turismo y la agricultura, y se solucionaría con el almacenamiento de agua y la posterior administración de ello, en términos de que a todos los sectores les sirva".
De la misma forma, el presidente de Socabío indicó que hoy lo embalses no sólo deben ser destinados a un solo uso, sino que se deben construir pensando en todas las temáticas que podría abordar. "Tres funciones, son fundamentales, el riego, la generación de energía y el turismo, algo parecido a lo que se ha hecho en Angostura, pero incorporando además el riego", agregando que eso es algo fundamental para una de las actividades económicas de la provincia, la agricultura.
En el territorio que abarca la provincia de Bío Bío existe un embalse, el que es natural y ha sufrido importantes mermas en sus niveles, sobre eso mismo Sanhueza sostuvo: "La laguna del laja es un embalse natural el que no supimos administrar, y hoy, los incentivos puestos en su gestión están al revés. El sistema energético, lo que más les conviene es que no existe mucha agua acumulada, ya que significaría una pérdida, y mientras persista ese acuerdo, ese convenio, nunca vamos a poder pensar en recuperar plenamente ese embalse natural. Ahora, lo bueno es que está, y por sus características sigue teniendo un gran potencial, perfectamente podría ir acompañado de otros embalses que permitan aprovechar plenamente sus capacidades. Complementarlo con otros embalses menores, que permitan ir amortiguando ese uso tan intensivo en un momento determinado sobre el lago.
Pese a las lluvias que se han registrado en los últimos días, el déficit hídrico que afecta a la zona se mantiene, sobre todo en las provincias de Ñuble y Bío Bío. En los primeros meses del año 2015 en la zona la pluviometría fue cero, y por lo tanto, agricultores y otros actores señalaron la situación como una de las peores sequías de las últimas décadas.
El panorama anterior, según los mismos agricultores, va de la mano con la construcción de embalses como solución a largo plazo, como también mejorar las obras de riego para hacerlas más eficientes y mejorar el uso de las aguas.
REVISTA AGROFORESTAL