Variadas son las rutas, que los vecinos cercanos a Los Ángeles, han alegado que los camiones han contribuido al deterioro de estas. Por nombrar algunas encontramos el sector de Cerro Colorado y Camino a San Antonio. En la del sector norte de la comuna, en donde se encuentran dos colegios, los automovilistas deben esquivar diversos “cráteres” y tomar la ciclovía para no caer en alguno de los “eventos”. Existen baches en los cuales literalmente cabe un neumático, son parte del paisaje en el sector, provocando numerosos accidentes y situaciones desagradables. En camino a Perales se han registrado caídas de troncos al pavimento y destrozos de neumáticos a alta velocidad son pan de cada día, según comentan vecinos a La Tribuna.
“Pese a que tengo vehículo, pero salgo en micro y vuelvo en micro, porque el camino es horrible, además los camiones ya no respetan ni a los estudiantes”, comenta Andrea, propietaria de un negocio en el sector de Puente Perales.
José Figueroa acusa que el desgaste de las carreteras se debe principalmente a que no se respeta el tonelaje máximo. “En estas rutas cercanas a la comuna, vemos que son asfaltados que permiten entre 4 y 8 toneladas y generalmente estos camiones transitan cargados, lo que claramente sobrepasa la norma y como existe una muy bajo, o mejor dicho nula fiscalización, para ellos es sencillo llegar y cargar sus camiones y que nadie les diga nada, mientras tanto los perjudicados somos los ciudadanos de clase media”.
Figueroa agregó que tener romanas permanentes en algunas carreteras, se normará la carga de los camiones. “Los camioneros saben en qué sectores los van a pesar. Por otro lado, los camiones están diseñados para una determinada carga, pero generalmente andan con 5 o 10 toneladas más de carga, lo que causa el deterioro de las calles.
BUSCAN AUMENTAR EL TONELAJE
Actualmente existe en Chile un Decreto Supremo del Ministerio de Obras Públicas que determina un máximo de 45 toneladas por vehículo de carga.
Desde la Corporación de la Madera, Corma estiman que efectuar un cambio a los máximos permitidos en la ley generaría espacio para estimular los proyectos necesarios para llevar esta modificación a la práctica.
Uno de los sectores que se ha opuesto a esta iniciativa es el de los camioneros, especialmente los de la Federación Centro Sur de Dueños de Camiones. Ellos argumentan que la inversión cuantiosa que se ha llevado a cabo en construcción caminera y autopistas, más de 4 mil kilómetros en 10 años, es para soportar un peso máximo de 45 toneladas, con una duración de 20 años.
Creen que un aumento en la carga máxima pondría en riesgo la durabilidad de las carreteras que son usadas por todos los chilenos.
Por su parte, Corma sostienen que el aumento de tonelaje no significará mayor peso por eje sobre las carreteras, ya que no se requerirá de cambios sustanciales en las carreteras. Indicando que el cambio requerido debe ser en el fortalecimiento de obras sobre las cuales los camiones ejercen su peso total, como son los puentes.
SEREMI RENE CARVAJAL RESPECTO A RUTA Q-501
Sobre el reportaje de La Tribuna, de la semana pasada, que acusaba el uso indiscriminado de los camiones, sobrepasando el límite en la tonelada en la ruta de Camino a San Antonio; el seremi del ramo, René Carvajal indicó que hay tramos en garantía.
“De acuerdo a los antecedentes entregados por la Dirección Regional de Vialidad esta ruta, correspondiente a un camino básico hacia el sector de San Antonio, fue recientemente intervenida entre el kilómetro 2.3 y 4.4 y aún se encuentra en etapa garantía, por lo que cualquier problema que surja en el nuevo pavimento deberá ser subsanado por el contrato vigente”.
Sobre los dineros utilizados en la construcción de la vía, señaló que, “la inversión realizada alcanzó los 178 millones de pesos en un tramo que supera los dos kilómetros, entre cementerio y San Antonio”.
Pese a que La Tribuna constató en terreno que existe letreros de máximo 4 toneladas, el seremi indicó que “no existe restricción de peso en esta ruta, ya que esta determinación sólo surge en caso de existir una estructura intermedia que limite el paso de vehículos de gran tonelaje. Lo que sí existe en este camino es restricción de velocidad. Todos deben transitar a 50 kilómetros por hora”.
Finalmente indicó que “los caminos públicos están abiertos al libre tránsito, debiendo cumplir los vehículos con las normas vigentes de peso”.