Con el objetivo de salvaguardar el entorno natural cercano al sector urbano de la comuna de Los Ángeles, dirigentes vecinales y jóvenes emprendedores turísticos denunciaron que una lechería estaría contaminando gravemente el río Curanadú, específicamente a la altura del sector rural de Santa Matilde.
Los pobladores sostienen que la planta lechera, situada a sólo metros del cauce, estaría arrojando los purines de decenas de cabezas de ganado a un canal de regadío, el cual va a parar directamente a las aguas del estero.
Uno de los denunciantes y quien precisamente hizo llegar la información a Diario La Tribuna y Radio San Cristóbal (97,5), Christopher Nylund, integrante de la Junta de vecinos de Santa Clara, describió así la situación en el lugar.
“Hace un par de años, dos a tres años, una lechera que se encuentra a metros del río, de propiedad de un empresario de apellido Robles, deja escurrir la mezcla de las orinas y excrementos de los animales, los cuales van a parar directamente al río”, aseguró.
Nylund sostiene que es muy evidente la contaminación que viene de la lechería, y lamentó que “yo quiero abrir una zona de camping, pero no puedo porque, sencillamente, el cauce viene contaminado por donde yo vivo. Esto no pasa río arriba, en donde el agua viene totalmente cristalina”.
Esta versión fue ratificada por la presidenta de la Junta de Vecinos de Santa Clara, María Avello, quien agregó que también se botarían químicos al afluente.
“Tengo un vecino que tiene ovejas y se le han muerto varios animales al beber agua del río, porque la empresa no sólo bota los desechos de los animales, sino también los químicos con los que limpian los potreros”, puntualizó.
Los pobladores añaden otra acusación que, sin lugar a dudas, resulta ser la más impactante, y consiste en que la planta lechera lanzaría los cadáveres de los terneros muertos al cauce.
“Botan terneros muertos al río, específicamente todos los animales pequeños que nacen muertos o no sobreviven el proceso, los desechan al río”, relató la misma dirigente de Santa Clara.
RESPUESTA DE LA EMPRESA
En el afán de dar espacio a la legítima defensa de quienes son aludidos en las denuncias, Diario La Tribuna se contactó con la Agropecuaria Los Varones, específicamente con uno de sus propietarios, Germán Robles.
Robles partió por confirmar el asunto de los purines. Dijo que “en invierno, como llueve tanto, se juntan las aguas de todos lados y van a dar al río. No es que se eche directamente ahí; nosotros tenemos un patio y un pozo para tapar los purines”.
Consultado respecto a los químicos, el empresario manifestó que “esa agua de los lavados va a parar a los pozos purineros, por ello lo descarto completamente”.
Por último, se le preguntó por los cadáveres de animales que supuestamente se arrojarían al estero, a lo que el dueño de la lechería respondió que “no, eso no es efectivo, por lo menos en el campo de nosotros”.
ACTUACIÓN DE LA SEREMI DE SALUD
Uno de los denunciantes, el microempresario turístico y cercano a la zona, Salvador Aros, aseguró que la Delegación Provincial de la Seremi de Salud desarrolló una visita de terreno al lugar el año pasado, sin embargo, no se halló nada fuera de lugar. Este dato no pudo ser contrastado con la autoridad sanitaria antes del cierre de la edición.
“Lo que ocurrió finalmente, y que nos dejó algo desilusionados, es que cuando llegó la autoridad sanitaria al sector no encontraron desperdicios ni nada, pese a que nosotros, unas semanas antes, registramos las evidencias, las cuales se las mostramos a la Delegación Provincial”, concluyó.