Vladimir Fica: Liderazgo por herencia en Laja

Llegamos pasadas las 11 de la mañana al municipio, nos dicen que pese a que teníamos pactada una entrevista con el alcalde, él se encuentra ocupado, pero que nos atenderá en seguida. Ni 10 minutos pasaron cuando se abre la puerta y nos recibe con una gran sonrisa y una calma que se hizo notar en toda su oficina.

Vladimir Hilish Fica Toledo, tiene 54 años y nació en Laja, en Poro Nuevo, ahí mismo donde vivían sus padres, José Arcadio Fica Pinto y Ester Toledo Toledo. Es el octavo hijo de nueve hermanos, ocho hombres y sólo una mujer, a ello, se le suman cinco ahijados, por lo que su familia -según cuenta- es numerosa.

“Pasé toda mi niñez en Laja, me crié en este pueblo, estudié acá, en la que en ese tiempo era la escuela 13, parte de mi enseñanza media la hice acá y otros tres años en Angol”, recordó.

Uno de sus primeros problemas surgió cuando debió irse a vivir a Iquique. “Me llamaron para el servicio militar, salí llamado por remiso, por rebelde, me tomó la Fiscalía Militar, me mandaron de vuelta a Laja y aquí tuve que estar firmando durante tres años”, aseveró, aunque expuso que todo esto se debió a un error que nada tenía que ver con él, su nombre aparecía en la lista como hijo de un ex detenido político, por lo tanto podía excusarse de hacer el servicio.  

LA ADMIRACIÓN A SU PADRE  

Sólo bastaron unos minutos de conversación con el alcalde para darnos cuenta la admiración que tiene hacia José Arcadio Fica, su difunto padre y ex edil también de la comuna del papel.

Vladimir, explicó que “mi papá fue alcalde dos períodos en esta comuna y 16 años regidor, en ese tiempo cuando ya no se les pagaba, lo hacían por amor al arte. Mi ‘viejo’ para el 73’ salió porque era comunista, toda la vida fue comunista”.

En ese sentido, declaró que muchos hablan de lo raro de que él haya ido por Chile Vamos, específicamente siendo candidato de Renovación Nacional. “Es raro, pero cuando se lleva el servicio público en la sangre, no existen las corrientes políticas, creo que cuando uno es alcalde, se olvida de eso”, aseguró Fica.

Según relata, su infancia fue siempre estar al lado de su padre y cree que esa fue la motivación de ir por el camino del servicio público.

La máxima autoridad de la comuna, destacó que “todo viene de él, él me motivó toda mi vida, a todos lo que creía que teníamos un sentido social más profundo, nos decía que el servicio era bonito, que no se ganaba plata pero sí se disfrutaba mucho con los años”.

Al mismo tiempo dijo que muchos le preguntan por qué está en el mundo de la política y él siempre responde que es porque le gusta. “El trabajo más feliz que he tenido ha sido esto, no he encontrado un trabajo más motivador que este”, expresó.

En esa línea, destacó que “mi padre nunca me dijo que yo tenía que ser del partido comunista porque él lo era, él nos entregó valores, nos dijo que teníamos que ser buenos hijos y gente correcta en la vida no más”.

Igualmente reconoció que nunca tuvo como meta ser alcalde de Laja y que una de las cosas que lo mantienen en ese municipio es que “esta oficina -donde está instalado él- es una oficina que él construyó (su padre), este edificio consistorial él lo hizo, yo por eso quise estar en esta oficina”.

Del mismo modo, dijo que recuerda cuando su padre llevó el primer hospital a la comuna, el primer estanque de agua, por ejemplo. “Yo fui cerrando ciclos de lo que él hizo en su momento”, sentenció el edil.

EL SERVICIO PÚBLICO DESDE LA NIÑEZ

Ya habiendo considerado todas las influencias de su padre para ser parte del mundo del servicio público, el actual edil de Laja comentó que desde chico que predicaba en su casa, ya más grande fue dirigente social de un club deportivo, perteneció al club de Leones de Laja y siempre perteneció a organizaciones sociales. “Siempre me motivó el tema público, más que lo político. Yo sé que uno llega a lo público gracias a lo político, pero el equipo que trabaja conmigo es de diversas corrientes políticas, pero a mí me importa más el trabajo social que podamos hacer”, explicó.

  

MATRIMONIO Y FAMILIA

Vladimir Fica es casado hace 30 años con Lucía Espinoza, con quien tiene 2 hijos ya profesionales, el mayor ingeniero civil de 28 años, el menor cursa quinto año de ingeniería civil industrial. Es abuelo de Agustín de 1 año y medio e Isidora de 4 años y se reconoce como un abuelo “chocho”.

En cuanto al parecer de su familia, detalló que a su madre nunca le gustó, porque “ellos sufrieron la represión de Videla contra los comunista y después vivieron todo lo del 73’, entonces cualquier mujer con 9 hijos más la cantidad de ahijados que criaron… era difícil, más si antes los alcalde y los concejales no eran pagados”, recordó.

Pese a ello, enfatizó en que hoy su madre está orgullosa de ver a su hijo como edil.

Respecto a sus hijos, dijo que “si alguno quiere seguir este camino, yo lo voy a apoyar. Se sufre, pero la pasión es más importante”.

Pero no todo es felicidad, una de las cosas que más le aflige a Fica es cuando debió salir a trabajar afuera, estando su familia en Laja. “Mi esposa fue mamá y papá por muchos años, yo recién llevo 9 años viviendo en Laja, despertando acá, pero toda mi vida fui faenero, empresario, estuve casi 15 años en Talca y fue duro para uno, yo era un papá que llegaba a los dos o tres meses de una faena en Coyhaique, Puerto Montt, Punta Arenas, Arica, donde tocara, yo tenía que estar”, comentó.

El edil, afirmó que mientras su señora daba una estabilidad de hogar a sus hijos, él se dedicaba a trabajar, aunque -confidenció- nunca los dejó solos y siempre estuvo presente.

“Yo soy un agradecido que me haya tocado la mujer con la que decidí casarme y formar familia, tenemos 30 años de matrimonio”, aseveró, mientras argumenta que fue un proceso difícil y que tuvo la suerte de que Lucía, pudiera soportar todo.

DESPUÉS DE LA POLÍTICA…

Evidentemente que todo tiene un final y una de esas cosas es el fin en la alcaldía de Vladimir Fica, aunque aún no se sabe cuándo será, lo cierto es que no puede estar para siempre. Por lo mismo, consultado acerca de qué es lo que hará cuando finalice su vida política, el actual alcalde de Laja aseguró que “yo creo que uno nunca deja de trabajar, de hacer cosas. Yo no soy de tomar mi silla y encerrarme en mi casa, aunque creo que todos cumplimos ciclos, yo no soy de perpetuarme en el poder, creo que hay que darle oportunidad a la gente nueva, los alcaldes no pueden estar eternizados en una municipalidad”.

Del mismo modo destacó que “yo he tenido la posibilidad de vivir en Concepción, Talca, Iquique, pero yo amo mi pueblo, aquí he pasado los mejores momentos de mi vida, no puedo estar más orgulloso de Laja”.

A su vez, explicó que le gustaría ser recordado como una persona justa, correcta, un buen papá, abuelo o hijo más allá de las cosas físicas que deje como alcalde. “Los puestos políticos pasan, pero lo que uno deja en la familia es lo que se queda”, argumentó.

En cuanto a él como persona, dijo que “como hijo yo soy bastante de conversar con mi mamá, con mis hermanos. Como papá soy exigente, ‘apapachador’, yo soy bien partner con mis hijos”.

Definitivamente le brillan los ojos al hablar de su familia y su padre, a quien busca seguir en sus pasos y ayudar a Laja y su gente a salir adelante.