El volcán Copahue se ha mantenido mucho tiempo en alerta amarilla ya que es un volcán dominado por un sistema hidrotermal, lo que conlleva que no haya un patrón estable de su actividad, presentando entonces, variados tipos de episodios eruptivos.
Paola Peña Salazar, jefa del Observatorio Volcanológico Andes del Sur, expresó a La Tribuna que “esto genera diferentes expresiones, ya sea con emisión de ceniza o incremento de la actividad, por eso la alerta amarilla”.
Pero hace algunos días, la alerta amarilla fue sorpresivamente bajada de nivel, luego de mucho tiempo ante este estado de alerta.
Al respecto, la experta comentó que, “estuvo tres años así y se decidió el 24 de abril, bajar a alerta verde, ya que los niveles de ceniza bajaron considerablemente, así como también la incandescencia en la superficie. Eso hizo considerar que estábamos ante una etapa de normalidad”.
Asimismo, este domingo 4 de junio, nuevamente la alerta amarilla fue anunciada por el Servicio Nacional de Geología y Minería.
“Paso muy poco tiempo que estuvo en alerta verde, y aunque la actividad sísmica es muy baja, sí se observó una actividad importante en la parte superficial, asociado al sistema hidrotermal que gobierna este volcán”, explicó Paola.
SISMICIDAD BAJA
La jefa del Observatorio Volcanológico Andes Sur, indicó que la sismicidad del volcán sigue manteniéndose baja y no se ha incrementado, descartando que el fuerte sismo del pasado lunes 29 de mayo se produjera por este volcán.
Sin embargo mencionó que “apareció un nivel de sismicidad de muy baja energía y en forma muy esporádica, el que sólo ha producido desprendimiento de material. La reactivación que ocurrió ahora se debe a la actuación del sistema hidrotermal”.
Asimismo, la experta indicó que hay un sistema magmático que tuvo alguna interacción con el sistema hidrotermal.
Sobre nueva alerta amarilla, dijo que “esto puede continuar por días y esta actividad de cenizas podría durar un largo tiempo y es parte de la actividad normal de este volcán”.
Igualmente, insiste en que sísmicamente, la actividad es muy baja a nivel de energía y que la actividad de la alerta es de tipo superficial, es decir, lo que se ve del cráter hacia fuera, ya sean fumarolas o material particulado.
Lo anterior no afecta a la comunidad chilena, debido a los vientos que van en dirección al este, lo que usualmente produce que los volcanes del sector cordillerano lleven las cenizas hacia el lado de la República argentina.
VOLCANES INDEPENDIENTES
La experta dice que no todos los volcanes actúan de la misma manera. Cada uno de ellos tiene su actividad propia, dependiendo de los sistemas magmáticos o hidrotermales, su posterior comportamiento.
“Tenemos distintas disciplinas que monitorean estos volcanes, principalmente su actividad sismológica, y en el caso particular del Copahue, tenemos equipos nuestros instalados por el lado argentino, por lo tanto la red de monitoreo es bastante buena”.
Con respecto a todos los volcanes binacionales existentes entre Chile y Argentina, la mitad están cubiertos en su totalidad por instrumentos de medición chilenos, siendo el Copahue uno de ellos.
NORMAS DE SEGURIDAD
“La alerta amarilla es una situación de cautela y de precaución, lo que no quiere decir que el volcán vaya a hacer erupción inminente de un momento a otro, sin perjuicio a lo que disponga la naturaleza”, remarcó el gobernador de la provincia del Biobío, Luis Barceló.
Asimismo, la máxima autoridad provincial, contó que hoy martes, se reunirá en un comité técnico con todos los servicios púbicos más las policías y el ejército, para repasar una lección “ya aprendida” de evacuación en cuanto al Copahue.
“La gente de Alto Biobío está acostumbrada a esta situación, lo que no quiere decir que algunos de ellos no puedan tener temor, es por eso que vamos a medir en terreno la situación de las comunidades más cercanas”, concluyó Barceló.
Por su parte, Mauricio Salazar, administrador municipal de Alto Biobío dijo que “en la comuna estamos muy preocupados por las comunidades aledañas al volcán”.
“Las personas dicen estar tranquilas, pero a nosotros como municipio nos preocupa la falta de coordinación con la Onemi para los efectos de reacción ante una catástrofe. Además falta coordinación en la situación de un posible traslado a los albergues”, comentó Salazar.