Una linda jornada se vivió la tarde del pasado martes en la cancha de Orompello, lugar que fue el sitio donde el Club Deportivo Juventud de Bolsón entregó los premios a sus campeones.
El presidente del club, José Muñoz, comentó que “hoy día estamos realizando una actividad interna aquí en el club, apoyado por el club Los Carrera, donde hicimos la entrega de la copa oficial, porque salieron campeones del torneo 2017 (de la ANFA Biobío) en la serie juvenil. Les vamos a entregar la copa correspondiente y las medallas a los jugadores”.
A ello, agregó que una de las sorpresas de la jornada fue la visita, de un hombre que pese a que dejó Los Ángeles hace ya varios años, vuelve a su club de origen cada vez que puede. Se trata de Claudio Baeza, defensa y volante de Colo Colo y que hace poco más de una semana, se tituló campeón del torneo de Transición con el club “popular”.
Muñoz explicó que “él salió de la cantera de nuestro club y siempre ha estado presentado, nunca ha dicho que no, siempre nos está apoyando con una que otra cosita y siempre que aparece en televisión saluda a la ciudad y al club de sus amores, que es Bolsón”.
En cuanto al análisis del año para el equipo, el presidente de la institución, destacó que “es bien positivo, es el segundo año que soy presidente, este año creamos un proyecto donde tuvimos que meternos la mano mucho al bolsillo por un tema de pases, plata que no teníamos, pero con mucho esfuerzo y ayuda de muchos simpatizantes del club logramos juntar dinero, armamos una serie competitiva y los hechos hablan por sí solos, logramos salir campeón y este año estamos potenciando las cuatro series menores”.
Respecto a los objetivos que se imponen con miras al 2018, manifestó que van a jugar la Copa de clubes campeones, por lo que buscarán tres refuerzos. “Los niños que fueron campeones son los que sacaron la cara por el club, lo tuvieron todo el año punteros y no necesitamos muchos refuerzos. Tenemos que reemplazar al ‘10’, que sufrió una lesión, se quebró el tobillo y tiene para un año, tenemos que buscar un volante que sea potente, con las cualidades que tenía Joaquín; un delantero y un volante de contención”.
Asimismo, detalló que irán con todo al campeonato regional, para representar no sólo al club, sino que a la ANFA Biobío.
LA VISITA ESPERADA
A semanas de haber sido campeón con el elenco de Colo Colo, Claudio Baeza se dio el tiempo para compartir con los jugadores de su querido Juventud Bolsón.
El volante de contención, que también ha sido ocupado como defensa central en casos de emergencias, pese a ser reacio a las entrevistas, conversó con La Tribuna y dijo estar contento de visitar el que considera el club de sus amores, junto con ello, se mostró alegre de poder compartir con los jóvenes talentos.
“Me pone muy contento que juvenil haya salido campeón después de tanto tiempo y obviamente yo siempre que vengo a Los Ángeles vengo a ver a mi equipo de barrio y siempre lo voy a llevar en el corazón, así que estoy muy contento de poder compartir, entregarle las medallas y la copa a los campeones”.
Asimismo, el “23” del “cacique” afirmó que Juventud Bolsón es una familia, “ellos me ayudaron muchísimo al principio de mi carrera, igual que la escuela Visión Futuro y la idea es siempre venir, son mi familia y es bonito que yo pueda ser una inspiración para estos chicos para que puedan cumplir su sueño de ser futbolista profesional”.
Igualmente, destacó que trata de inculcarle a los jóvenes que se esfuercen, que les vaya bien en el colegio, que le hagan caso a sus padres y por sobre todo que sean perseverantes en lo que quiere como objetivo.
El volante no perdió tiempo y pese a que no jugó, igual vistió como sus compañeros para sentirse uno más en la ceremonia.
Baeza fue parte de la entrega de las medallas a los jugadores, además de fotografiarse con ellos en la entrega de la copa. El volante, fue uno más del club, viéndose a gusto y como en casa, en todo momento sonriéndole y enseñándole de sus experiencias a los más jóvenes.
Debido a la noble labor del jugador, desde el club le obsequiaron la camiseta del equipo, con su nombre grabado en la espalda.
Lo anterior, demuestra que el deportista sigue ligado con sus raíces y no se le olvida de donde salió.