El predio a orillas del río Bureo conocido como Las Peñas y situado en la entrada norte de Mulchén sigue dando que hablar.
Luego que las cerca de 40 familias que habitan el lote salieran denunciando una presunta estafa por parte del antiguo dueño del terreno, Pedro Calderón, a quien acusan de haberles vendido sitios con la promesa de que iban a recibir sus escrituras una vez que el conjunto de la propiedad estuviera absolutamente saneado ante Bienes Nacionales, ahora entró a tallar en el conflicto el actual dueño del terreno, Jorge Guzmán Baigorría, a quien también los pobladores responsabilizan de haber contribuido al supuesto fraude.
Este conocido empresario del rubro ferretero de la comuna de Mulchén contó que compró a la sucesión Calderón la cuestionada propiedad allá por el año 2007, cuando la misma arrastraba una serie de problemas relacionados con derechos de herencia, pago de contribuciones, alzamientos y embargos.
“Además del conflicto de todas estas familias que estaban ahí y del uso y abuso que hizo la Municipalidad de Mulchén, ocupando calles que estaban dentro del predio, incluso pavimentando una calle de la costanera”, agregó Guzmán, aludiendo al reclamo que como propietario mantiene en contra del municipio local y el Serviu, por haber construido una calle a orillas del Bureo por una franja que, a juicio de él, le pertenece.
Contó que previo a un estudio jurídico que encargó, accedió a comprar la propiedad el 2007. “Yo pagué primero todas las deudas que bordearon los 400 a 500 millones de pesos (…) más un compromiso que tengo y del cual ya aboné gran parte de este valor a la sucesión Calderón. Aproximadamente voy en 350 millones de pesos más”, reveló, indicando que de lo último le queda una pequeña cantidad más que cancelar.
Aseguró que hace un año y medio que la propiedad está inscrita a su nombre y que él como nuevo dueño no tiene ningún compromiso con los pobladores que actualmente ocupan una parte de su terreno.
También dijo desconocer cualquier acuerdo que los antiguos dueños de la propiedad pudieron haber suscrito con las familias que actualmente allí viven y que aseguran que cuenta con documentación notarial que las hace benefactoras de una promesa de compraventa y entrega de escrituras que no se ha cumplido a la fecha.
“Legalmente es mía la propiedad. Y pese a que no tengo ningún compromiso con pobladores ni con nadie yo ya perdí 12 oportunidades de venta, donde yo arreglaba mi problema bancario”, se quejó el empresario.
“Lo que sabía es que este caballero había arrendado sitios, pero promesas de compraventa no sé hasta qué punto, porque resulta que para dar una promesa de compraventa hay que ser dueño y tener todos los papeles al día (…) El señor Calderón era parte de un derecho hereditario, él no podía darles una promesa de venta y si la tienen (los pobladores) que la muestren”, enfatizó Jorge Guzmán.
El propietario explicó que en este momento busca que la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Mulchén acceda a la subdivisión que solicitó para así poder comercializar una parte de su propiedad que se encuentra inhabitada y poder encontrar la mejor solución para el otro sector, donde se ubican estas 40 familias que acusan sentirse estafadas.
“No quiero perjudicar a nadie de los que están ahí hace ya varios años, pero aquí el tema se politizó (…) esta situación me tiene absolutamente complicado y creo que voy a tomar decisiones de entregar este problema a un staff de abogados que se dedique a esto y sé que aquí van a salir perjudicados los que están ahí, la municipalidad, el serviu y el director de obras”, concluyó.
Finalmente indicó que no ha sido notificado de ninguna querella por estafa por parte de los vecinos que hoy le están disputando su propiedad.