Resumen noticioso

Familia que ganó millonaria demanda al hospital de Los Ángeles cuenta su verdad

El paciente falleció mientras esperaba ser atendido en el Servicio de Urgencias del Complejo Asistencial angelino.

16-01-2018_20-00-101__11.1,
16-01-2018_20-00-101__11.1 / FUENTE:

Un doloroso y largo camino es el que han tenido que recorrer Florentina Pérez y Rodrigo Contreras, luego de la muerte de su esposo y padre, José Miguel Contreras Rojas (60), el 13 de enero de 2013, en el Hospital de Los Ángeles, quien perdió la vida, luego que el centro asistencial no prestara los cuidados y servicios correspondientes, pese al estado de gravedad en el que se encontraba.

La familia del fallecido, días después de este incidente, inició una demanda contra los responsables, asegurando que hubo negligencia médica, la que en definitiva, llevó a la muerte a José Contreras.

De este hecho, han pasado 5 años, y a fines de diciembre, la familia Contreras – Pérez, recibió la noticia que la Corte Suprema estableció la responsabilidad del Complejo Asistencial, por al actuar negligente, que derivó en la muerte de José Miguel Contreras Rojas. Por esta razón, deberán pagar una indemnización de 60 millones de pesos a los familiares.

Precisamente estos últimos, conversaron con La Tribuna, quienes indicaron que, si bien la indemnización no podrá reparar el dolor de la pérdida de José, aseguraron que esto es un ejemplo de qué se puede hacer justicia.

“La plata no nos devuelve la vida de mi viejo, pero igual nosotros le ganamos a un grande. Eso es importante, que quede un precedente que las cosas pasan. Ganar para que no se sigan burlando del resto, porque hay muchos a quienes les ha pasado y es muy doloroso”, enfatizó Rodrigo Contreras.

EL FATÍDICO 13 DE ENERO

A las 4 de la madrugada del 13 de enero de 2013, Rodrigo Contreras ingresó con su padre al hospital por un dolor de estómago, y a las 6:17 horas de ese mismo día, murió en el baño del lugar, en los brazos de su hijo, por un paro cardiorrespiratorio: infarto agudo al miocardio.

“A mi papá lo llevamos por un dolor de estómago, vómitos y diarrea. Él falleció en mis brazos en el baño del hospital, porque los médicos no lo atendieron oportunamente, en ese momento el hospital no estaba colapsado, había 4 o 5 pacientes en el servicio de urgencia”.

A ello, agregó que “el medico jefe que estaba ese día, se encontraba atendiendo otra urgencia, y por eso enviaron a un médico, recién llegado, quien ni siquiera le tomó los signos vitales, lo miró, lo revisó y le dijo que esperara en el pasillo”.

Según detalló el hijo, mientras José Miguel Contreras esperaba ser atendido, le pidió a su hijo que lo acompañara al baño y fue ahí donde el hombre colapso, teniendo que ser llevado, inmediatamente, a reanimación, en donde estuvo una hora. Pero en el expediente consta que llegó sin signos vitales a la sala de reanimación.

Asimismo, añadió que “más encima, el médico pone en la hoja de atención, que iba con un dolor retroesternal irradiado en el brazo izquierdo. Para cualquier persona, que ni siquiera hemos estudiado medicina, eso es signo de un posible infarto, y este médico ni siquiera tomó las precauciones. Para eso el hospital tiene su protocolo y en este caso no lo hicieron, el resultado fue la muerte de mi padre”.

“Él era el sustento de la familia, ayudaba mucho a mis hijos, nuestro pilar fundamental, un trabajador ejemplar, al que le quitaron la vida. A nosotros se nos vino el mundo abajo”, recalcó.

CINCO INCANSABLES AÑOS

Rodrigo es el único hijo de José Contreras, quien relató los cinco años de lucha para hacer justicia por la muerte de su padre.

En grandes rasgos, con respecto al proceso de la demanda, Contreras Pérez, explicó que, “en primera instancia se comenzó con una demanda en el Juzgado de Letras de Los Ángeles, se dio el primer fallo a favor de nosotros, la otra parte apeló en la Corte de Apelaciones de Concepción, en donde el hospital ganó la apelación, por un tema que –supuestamente- el hospital no tenía recursos y no era autosustentable. Lo cual se apeló a la Corte Suprema y finalmente ganamos nosotros”.

A ellos, añadió que “ahora, es importante aclarar el tema, porque he escuchado mucho qué se preguntan qué fue lo que paso con los médicos, y eso también es importante explicar que cuando comenzamos con el tema, realizamos una querella criminal contra los médicos y el hospital, a la semana siguiente de fallecido mi papá”.

De esta manera, se inició la demanda criminal contra el médico que atendió a José Contreras ese día. “Llevaba su primer día de trabajo y turno en el hospital, un joven recién titulado y no tenía la experiencia, ni siquiera tenía contrato, se le hizo después que pasó lo de mi papá. El médico simplemente fue a declarar, fue desvinculado del hospital y actualmente desconozco su paradero”.

Después de iniciarse una demanda criminal, se llegó a la civil y la resolución que acaba de dar la Corte Suprema. Suena simple, pero esa instancia duró cinco años.

En esta misma línea, Rodrigo recalcó que “primero que todo doy gracias a Dios que logramos ganar este juicio, porque sin él no hubiésemos logrado nada, el abogado que tenemos, Roberto Neira, que se la jugó, una persona que siempre fue a ganar, siempre me habló las cosas claras, me dijo que esto sería engorroso, pero íbamos a salir victoriosos”.

Además, agradeció el apoyo de todos quienes estuvieron con la familia, a los amigos y colegas de su padre, que fueron fundamentales también en estos cinco años.

De la misma forma, sostuvo que “decirle a la gente que está pasando por este tema, porque hay montones de negligencias en el hospital, se siguen pegando embarradas, que sean perseverantes, porque no vamos a lograr un juicio de un día para otro. Son de años, y lamentablemente en este país las cosas demoran, sobre todo cuando uno se va en contra de una entidad pública, que te tratan de envolver las cosas de otra forma, o taparse entre ellos los errores que cometen”.

UN GUSTO AMARGO

Consultado sobre la sensación que le ha dejado todo esto, y el corroborar la negligencia que sufrió su padre, Rodrigo expresó que “ha sido complicado, la pérdida del viejo ha sido difícil, dura, para mí como hijo único me costó, y la impotencia de pensar que mataron a mi papá”.

A lo que agregó que “pueden decir que las cosas pasan por que tiene que pasar, pero tú te quedas con ese gustito amargo de pensar que se pudo haber hecho algo, y no se hizo. Eso es lo que más nos duele a nosotros”.

En esta misma línea, el hijo de José Contreras, subrayó que esto, sigue pasando en el hospital, “siguen atendiendo mal, he visto que tienen más guardias que personal para atender, se ocupan recursos en eso y por qué no se hace en más funcionarios”.

Finalmente, Rodrigo Contreras, detalló que “cuando pasó esto, yo tuve una reunión con el director del hospital de ese tiempo, y él me dijo que nosotros no tenemos el personal idóneo para atender dos o tres infartados, llegan tres personas infartadas, se nos mueren dos, porque no tenemos el personal. Entonces, se necesita una mayor preocupación, son vidas las que están en juego”.

LA EXPLICACIÓN LEGAL

Roberto Neira Cáceres, abogado y representante de la familia, explicó que la Corte Suprema invalidó la sentencia de la Corte de Apelaciones, y  ratificó la sentencia en primera instancia, que era en la que se había condenado al hospital el pago de la indemnización, que se fijaron en la misma sentencia. $30 millones para esposa e hijo.

En este mismo sentido, el profesional sostuvo que, puntualmente, esta causa debe llegar a primera instancia, después hay una causa que tiene que llegar directamente, pedir el cumplimiento a través de Tribunal, y “esperemos que el hospital pueda pagar prontamente, una vez que sea notificado, porque también existe una serie de disposiciones legales que pudiesen permitir al hospital demandado, poder dilatar el pago de las indemnizaciones que fueron fijadas”.

Agregando que “esperemos que aquello no ocurra, y que, definitivamente, el hospital acate la resolución de la Corte Suprema y una vez que se le notifique el cumplimiento pueda pagar a la brevedad en función de lo que se le estableció”.




matomo