Resumen noticioso

Mujer acusa negligencia y malos tratos en hospital angelino

Con una cesárea de urgencia comenzó lo que la mujer catalogó como una injusticia.

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Alejandra Sánchez Ocampo

prensa@latribuna.cl

El 16 de noviembre, Nataly León, una mujer de 30 años en la fase final de su embarazo, es hospitalizada en el Complejo Asistencial de Los Ángeles para tener a su segunda hija, parto que debió realizarse de manera inmediata a las 38 semanas debido a presentar preeclampsia.

A eso de las 10 de la noche es traslada a preparto para comenzar a acelerar el nacimiento con pastillas y suero, momento en que debían controlarse sus contracciones.

Así transcurría todo normal, pero fue al día siguiente que comenzó a sentirse extraña y desde ahí empezó lo que la mujer catalogó como una seguidilla de negligencias y malos tratos en el recinto hospitalario.

En entrevista con La Tribuna, Nataly relató que el día 17, tipo 12 del día, le comento a mi esposo que me sentía rara, cosa que ya le había dicho a la matrona, pero ella al controlar contracciones estaba pendiente de Facebook o estudiando, pues estaba haciendo un curso o algo así, me comentó ella. Al contarle a mi marido él levanta el tapado de la cama y ve sangre. Ahí comenzó todo.

La mujer detalló que presentaba derrame de placenta, por lo que hubo que realizarle una cesárea de urgencia. Me colocan la epidural, la cual no alcanza a hacer efecto y me rajan la guata así, pues había que salvar a mi bebé y a mí, posteriormente. Claramente esto fue chocante pues si no es por mi esposo que se da cuenta de lo que me estaba pasado me muero yo y mi hija, lo que le comentó el ginecólogo horas después a mi esposo, recuerda.

Pasaron 3 o 4 horas de las que no recuerda nada, sólo que cuando le llevaron a su hija para conocerla, su esposo le explica lo que sucedió. Estaba tan mal que ni siquiera pude darle pecho a mi hija. Durante la madrugada sigo sintiéndome peor, por lo que le digo al personal a cargo, quienes de un momento a otro me dejan sola, con otra paciente, en postparto, aún cuando le habían expresado que debían observarme continuamente, manifestó la afectada.

Nataly agrega que mi malestar empeoró, en un momento viene el ginecólogo que me realizó la cesárea y le digo que me cuesta respirar, que me siento muy mal, por lo que me ve y nuevamente a pabellón; yo sin entender, solamente le pedí que llamaran a mi esposo, cosa que hicieron después de operarme, diciéndole que no podía ir porque yo estaba en la UTI y no lo dejarían estar ahí conmigo. La operación fue porque tenía sangre (2 litros) en mi interior y me hicieron otro corte de forma vertical, aun cuando la sangre no provenía de ahí, me sacaron todo y me pusieron todo.

SU TRASLADO A PUERPERIO 

Luego de haber estado 4 días en la UTI, fue ingresada a Puerperio, donde según detalló León siguió su calvario. Quedo con dos drenajes por la herida que tengo, uno a cada lado de mi guata, con dos operaciones (cesárea y la otra) cortes en ambas, con curaciones y limpieza de herida de forma permanente, ayuda para dar pecho, así como también hacerme aseo pues no podía pararme ni moverme mucho por indicación del ginecólogo encargado, cosas que lamentablemente no ocurrieron, comentó Nataly.

Especificando que mis apósitos de la herida estaban manchados a más no poder, les pedía que limpiaran, no lo hacían y me cambiaban apósito sin hacer la limpieza respectiva y tampoco me ayudaban a hacerme mi aseo. Al cuidado mío (apoyándome) estaba una prima durante las noches y una cuñada en el día, mi esposo también iba.

Del mismo modo, explicó que un día llegó un ginecólogo de turno, quien ordenó sacarle los drenajes, los cuales aún seguían drenando y que le provocó la infección de una de las heridas.

Me sacan corchetes y la herida se me infecta y abre, además me contagio de una infección urinaria fuerte, lo que dijeron que lo más probable que se hubiese dado producto de las sondas, por lo que estuve aislada sin ver a mi hija mayor por 2 semanas, con pocas visitas, añade.

A los 15 días de hospitalizada, una técnico en enfermería, quien regresaba de sus vacaciones, comenzó a ayudar y apoyar a Nataly, junto a esto y viendo que el trato no mejoraba por parte de las matronas, donde sólo dos se comportaron como una persona se merece, mi esposo habla con la jefa del piso y recién ahí deciden realizar interconsulta con cirujano por mi herida infectada y abierta, y llaman a enfermeras para que me hagan curaciones.

Luego es ingresada a pabellón nuevamente, esta vez para realizarle limpieza de la herida y conectar un drenaje más grande, el cual limpia la herida para posterior reconstrucción de esta. El trato no mejoró en su totalidad, sólo estando la Tens que comenté anteriormente era bueno, y las matronas que mejor me trataban habían salido con vacaciones. El día 14 de diciembre ingreso a pabellón para la reconstrucción de la herida, dándome el alta el día 18 de diciembre, conectada a un drenaje.

EN LA ACTUALIDAD

Ya dada de alta, y de regreso a su hogar, la mujer siguió con  curaciones y control con cirujano, lo último fue hasta febrero, ya que el cirujano se fue fuera del país.

Seguí con mis curaciones, pero no tuve una respuesta médica concreta. En la actualidad no tengo mayor idea de cómo estoy, la herida está sana, pero me duele a un costado de mi herida vertical, se me inflama, siento que algo se mueve y duele. Y también siento fuertes dolores en el útero, comentó.

Añadiendo que por lo anterior el hospital me cobra $500.000, los cuales no tengo, no tenemos, aun cuando la infección y la mayor estadía ocurre a causa de sus negligencias. Realicé cartas al director del hospital, en donde él refiere o da a entender que lo ocurrido fue por mi culpa.

Al no ver respuesta positiva, Nataly recurrió al Consejo de Defensa del Estado a interponer una denuncia, solicitando compensación económica y pago sólo de la cesárea, mejorar trato a madres en Puerperio y en todas las áreas que se relacionen con maternidad, recalcando que cuando estuvo en  la UTI recibió un excelente trato y cuidado, por lo cual el hospital únicamente me ofrece atención gratis frente a mi salud física y mental posterior a lo ocurrido, dejando de lado la compensación económica, el no pago de la estadía, no reconociendo lo que pasó, y mal trato y negligencia hacia mí.

Enfatizando que mi sentir es de injusticia, pues por no tener recursos esto no lo puedo llevar a una demanda judicial.

A lo que Nataly agregó que este sentir es al aceptar la propuesta por parte del Hospital, por no tener la opción de consultar a un especialista de forma privada, no contando con los medios para hacerlo, por algo que ella asegura que no fue su culpa.

Del mismo modo, Nataly León manifestó que asumo y agradezco el salvar mi vida y la de mi hija al ginecólogo, pero si mi esposo no se da cuenta nos pierde a las dos.

Finalmente, recalcó que por qué la herida grande se infectó, por qué no hay personal idóneo en Puerperio (enfermeras), por qué el ginecólogo de turno sacó los drenajes aún drenando sin consultar al cirujano que realizó la herida vertical. Las curaciones las hacían con algodón, sabiendo que eso infecta la herida, lo que ocurrió y se abrió, por qué esperar a que mi esposo hablara y reclamara por mi estado para que me derivaran a otro especialista y me realizaran limpieza de mi herida. Esas son las preguntas de las que Nataly solicita respuesta.

Tengo rabia, ya no confío en el hospital, no tengo seguridad que la atención será la correcta y oportuna, siento que ellos me trataron mal y no pagan por eso. Mi familia y yo estamos mal, estuvimos mal, estamos con psicóloga del consultorio. No sé cómo hacer que ellos asuman sus errores y sus tratos, siento que lo ocurrido fue injusto e inadecuado, puntualizó.

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Lo que sería el nacimiento de su segunda hija, se transformó en una pesadilla para Nataly.

LA RESPUESTA DEL COMPLEJO ASISTENCIAL

Luego de conocido el caso, La Tribuna se contactó con el Complejo Asistencial de Los Ángeles, para tener su respuesta con respecto a la situación relatada por Nataly.

Donde desde la entidad explicaron que efectivamente están en un proceso de mediación, el cual es secreto mientas este no finalice, por lo tanto, por ahora, no pueden referirse al caso.




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