En 2017, los vecinos de Coigüe celebraban el inicio de las obras de construcción del sistema de alcantarillado, cuya inversión superaba los 3 mil millones de pesos, la más importante para esa característica localidad de la comuna de Negrete.
Es que para los residentes de esta villa, que tiene más de 150 años de existencia, se trataba de un tremendo avance para su calidad de vida. Las más de 300 viviendas se conectarían a una red de alcantarillado que les permitiría prescindir de las fosas sépticas y pozos negros.
Un gran avance, sin duda, como reconoce Pablo Morales, un vecino de esa localidad que se ubica en la ribera sur del río Biobío.
Sin embargo, algo sucedió que los vecinos aún no tienen muy claro. Lo cierto es que los 300 días de ejecución de las obras (10 meses) se fueron convirtiendo en un año, dos años y ahora ya son tres, en que los trabajos siguen inconclusos.
Aunque se instalaron las cañerías y las cámaras de conexión, faltan las conexiones directas a cada uno de los domicilios. De acuerdo a Morales, en solo un 20% de las viviendas se han hecho ese tipo de obras. Lo peor es que muchas de ellas presentan problemas, como rebalses o malos olores.
Y como si fuera poco, los operarios de la empresa responsable - llamada Figuz - dejaron de ser vistos por las faenas hace unos cuatro meses, de acuerdo al relato de Morales.
Indica que hasta ahora no tienen claridad respecto de la continuidad del proyecto de alcantarillado.
Incluso, se han hecho presentaciones en la Contraloría Regional con el fin de verificar si hubo o no incumplimientos administrativos. Pablo Morales también dijo querer saber si la empresa ha sido multada por las excesivas tardanzas.
PROTESTA
Por eso, cerca de una treintena de vecinos de Coigüe se organizaron y decidieron salir a protestar para así manifestar su descontento por la demora de tres años en las obras de mejoramiento de la villa.
El grupo incluso se tomó por algunos minutos el puente sobre el río Biobío y desplegaron carteles en los cuales hacían presente su malestar por la tardanza así como por la falta de respuestas.
Pablo Morales aseguró que si no hay respuestas concretas, seguirán las medidas ascendentes de presión por tratarse de un proyecto de vital importancia para las familias de Coigue.