Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

Pesar por la muerte de destacado apicultor y folclorista Julio Beltrán

por Juvenal Rivera Sanhueza

Falleció a los 78 años, dejando un legado de trabajo abnegado para desarrollar la apicultura a nivel local, a la par de la promoción de la cueca. Está siendo velado en la parroquia del Buen Pastor.

Julio César Beltrán Cuevas, apicultor y folclorista. / Facebook

Apicultor, amante de la cueca y dibujante. Así se pueden resumir las grandes pasiones que movieron durante buena parte de su vida a Julio Beltrán Cuevas, quien dejó de existir en la tarde este lunes a la edad de 78 años, en medio de dolor y la congoja de sus parientes, amigos y seres queridos.

El antecedente fue confirmado esta noche por sus familiares, quienes ratificaron que su deceso fue a consecuencia de una enfermedad que arrastraba hace algunos años.

Julio Beltrán era del menor de tres hermanos, hijo de Herminda Cuevas y Carlos Beltrán. Nació el 21 de abril de 1946 en la comuna de Lautaro, Región de La Araucanía. Debido a que su padre era oriundo del sector rural de La Colonia, al poniente de Los Ángeles, se vino siendo niño a esta ciudad para cursar sus estudios en el Liceo de Hombres. Fue en ese establecimiento que conoció el trabajo con las abejas, lo cual despertó una pasión por la apicultura que lo acompañó toda su vida.

De hecho, presidió durante años la asociación de apicultores locales y fue uno de los promotores de las primeras exportaciones de miel a Europa, a fines de los años ’90. En ese mismo plano, trabajó arduamente para la defensa del quillay, especie arbórea endémica del país cuya floración es la base de la alimentación de las abejas. También fue uno de los dirigentes que consiguió contar con un Centro Tecnológico Apícola, situado en las afueras de Los Ángeles, que capacita a quienes quieren desarrollar o aprender más del oficio.

En forma paralela, fue un activo participante en distintas agrupaciones folclóricas, desarrollando una pasión por la cueca que, aunque la aprendió ya siendo mayor, fue un entusiasta promotor.

Su familia cuenta que también era un gran dibujante, disciplina que desarrolló especialmente en la última etapa de su vida.

HOMBRE EXTRAORDINARIO

Su sobrina Erna Beltrán lo describió como "un hombre extraordinario" y destacó el cariño y respeto que se granjeó en cada una de las organizaciones y actividades que lideró y que promovió a lo largo de su vida.

Sus restos están siendo velados en la parroquia del Buen Pastor mientras que el funeral será comunicado de manera oportuna por sus familiares.

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto