Ante el reciente evento de tornado en la ciudad de Los Ángeles, los
ciudadanos chilenos nos preguntamos si estamos frente a otro desastre natural
casi impredecible e inevitable y que, después de la experiencia en la región
del Bío Bío -aunque no es la primera vez en Chile-, queda de manifiesto que se
deben tomar una serie de medidas antes, durante y después de estos eventos.
En primer lugar, estar atento a la información meteorológica que indique
inestabilidad, probabilidad de tormentas eléctricas y granizos. Además, frente a los eventos asociados al
cambio climático, que consideremos como estándar, que ningún árbol supere la
altura del tendido eléctrico. Es menos el impacto de caída de un árbol que
caída de éstos más arrastre de cables energizados. Muchos cables caen al suelo
producto del desplome de los árboles.
Para no condicionar la altura de nuestra flora, es importante que se
invierta en soterrar el tendido eléctrico. Los nuevos proyectos habitacionales
deben considerar cableado subterráneo.
Revisar constantemente estado de
techumbres de su hogar. Con vientos de esta magnitud, estructuras livianas mal
ancladas son guillotinas y cada masa, con la altura, aumenta su peso por efecto
de la aceleración de gravedad (9,8 m/s2).
En faenas constructivas, tener en consideración que trabajadores pueden
estar situados en lozas en altura expuestas al paso del viento. Además,
operadores de grúas plumas podrían estar en su puesto de trabajo justo en el
instante de la emergencia. No olvidarlos.
La capacitación y medidas de ingeniería son claves.
Los ciudadanos deben preocuparse íntegramente de los aspectos asociados
al ordenamiento territorial. Tornados de esta índole, si pasan por zonas
rurales, donde viviendas pueden ser precarias, las consecuencias podrían ser
distintas. Los departamentos de gestión de riesgos de desastres de cada
municipio deben preocuparse de viviendas vulnerables en esta variable.
Nunca ubicarse cercano a
transformadores eléctricos. Éstos, con vientos algo mayores, ya comienzan a explotar
y los departamentos de aseo y ornato de municipios deben verificar las áreas
disponibles para cada árbol. Los árboles se caen producto de la infinidad de
servicios que pasan por al lado de éstos, dejando cada vez menos espacio para
que las raíces tomen fuerza (área de sujeción)
Durante el evento, las zonas más seguras son sectores bajos y libres de
techumbre liviana. Un baño podría resultar ser una zona segura. Mientras más
cerca al centro de una casa, más seguro. Zonas cercanas al perímetro de la casa,
pierden seguridad por tener materiales más livianos (menos estructurales).
Como norma, si se encuentra al aire libre, debe estar alejado de zonas
con publicidad rutera, carteles, estructuras ligeras, etc. Un galpón no es una
zona segura. Si el viento convectivo (embudo) se acerca a usted, manténgase en
el suelo cubito abdominal. No de lado. Mientras más área de su cuerpo este en
el suelo, más resistencia al paso del viento.
Es crucial que en Chile estandaricemos la forma de actuar ante una
emergencia. En EEUU ya hace años aplican la metodología basada en el Sistema de
Comando de Incidentes, una estructura clara, con roles y objetivos, para
responder eficientemente ante una situación determinada. Lamentablemente en
nuestro país hay muy pocas personas capacitadas bajo este estándar.
Chile no cuenta con norma estructural para este tipo de eventos. USA y
México si las tienen, por la frecuencia de ocurrencia de ellos y por el
conocimiento científico que ya cuentan (data). En nuestro país, tenemos la
Norma Chilena 432, del año 2010, que considera las cargas de viento en el
diseño estructural de edificios.
Felipe Meza
Escuela de
Prevención de Riesgos y Medio Ambiente
Universidad
Tecnológica Metropolitana
![]() |
||||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
¿Quieres contactarnos? Escríbenos a prensa@latribuna.cl
Contáctanos