Opinión

Chile necesita más emprendedores

Presidente de G100

Alfredo Grez, Alfredo Grez
Alfredo Grez / FUENTE: Alfredo Grez

Puede sonar a lugar común, pero Chile necesita más emprendedores. Por años hemos conservado la intención de dejar atrás la categoría de país emergente y avanzar hacia el desarrollo, y en esto, el emprendimiento tiene todo que ver.

Y no sólo porque a través de él se generen nuevas oportunidades de empleo -con el consecuente impacto en la reducción de la pobreza- o porque su productividad mueva la economía a nivel local, sino también porque de la necesidad y la oportunidad surgen grandes ideas que pueden transformarse en esas empresas diferentes y disruptivas que relevan la reputación del país ante los ojos del mundo, atrayendo también capital extranjero de alto valor.

De hecho, el actual escenario de la economía y del comercio global -con una proyección de contracción para Chile de 0,7% para este año, por parte del Banco Mundial- debiera encendernos una luz de alerta de cuán necesario es que comencemos a potenciar alternativas productivas para el país que, gradualmente, vayan diversificando nuestra actual dependencia en la exportación de commodities. Si bien en marzo los envíos anotaron un alza de 13,1% respecto al mismo mes de 2022, en cifras del Banco Central, estos están sujetos a las fluctuaciones de episodios globales y ciclos económicos como el que vivimos, y la generación de valor mediante el emprendimiento y las start-ups aporta espaldas.

Que tengamos un contexto base favorable hacia el emprendimiento evidencia que existe un reconocimiento de lo que éste representa para el crecimiento de las personas y el país. La facilidad para crear nuevas empresas, junto con un fortalecimiento del financiamiento en etapas iniciales mediante instrumentos públicos y privados, además del robusto ecosistema de organizaciones y empresas que buscamos dar un apoyo a los emprendedores, son señales claras de esto. Pero podría ser más.

Sobre todo cuando el actual clima de inseguridad civil o la informalidad comercial, que aún no ha logrado controlarse con éxito, impacta a diario a las más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas que existen a nivel nacional. El emprendimiento ha tomado un protagonismo innegable en Chile, pero debemos resguardarlo y seguir incentivándolo.

Hace algunos días leí un artículo en el que analistas internacionales alababan la capacidad de resiliencia de los emprendedores de Latinoamérica, que -según comentaban- lograban reinventarse con facilidad ante períodos de vaivenes políticos o económicos. Desde mi tribuna, puedo confirmar que esto es así. Observo a diario cómo fundadores empujan a punta de sangre, sudor y lágrimas empresas de todos los tamaños, para que estas sigan, no sólo permitiéndoles cumplir un sueño, sino que también aportando y dejando un legado que vaya mucho más allá de ellos. Yo mismo soy un emprendedor. Esa convicción, pienso, es un motor que no para y que debemos aprovechar.

Por lo mismo es que también debemos preocuparnos de promover la formación de emprendedores (no sólo de emprendimientos). Esto considera que atraigamos hacia esta senda a los futuros profesionales del país, pero también que encantemos a todos aquellos que pudieran tener la inquietud o el talento y que, por diversos motivos, todavía no se atreven a dar ese paso. Innovadores y creadores en potencia que necesitan un empujón. Como la vida misma, el emprendimiento siempre busca un camino. Abrámosle paso.

Alfredo Grez, presidente de G100

Etiquetas:




matomo