Opinión

Seguridad: políticas integrales

Presidenta Cámara Centros Comerciales

Katia Trusich, Katia Trusich
Katia Trusich / FUENTE: Katia Trusich

En el intenso y amplio debate sobre la crisis de inseguridad que vive el país, se han abordado múltiples iniciativas destinadas a fortalecer a las instituciones policiales y también algunas reformas legislativas orientadas a mejorar las normas de persecución penal. Sin perjuicio de su importancia, resulta fundamental comprender que la multicausalidad del delito exige políticas integrales, dentro de las cuales los sistemas de control de ingreso de personas (migración) y mercancías (importaciones) resultan determinantes para mejorar las condiciones de seguridad del país.

Un reciente informe de Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) identificó al puerto de San Antonio como un foco de exportación de drogas hacia Europa, lo que nos obliga como país a asumir mayores y mejores controles aduaneros tanto en el proceso de registro de importaciones (para evitar el ingreso de drogas y armas) y de exportaciones (para evitar el traslado de drogas o la contaminación de carga lícita con productos ilícitos). Si como país logramos controlar eficaz y eficientemente el ingreso de mercancías ilícitas estaremos aportando, por una parte, al control del crimen y disminución de la violencia y, por la otra, a evitar evasiones tributarias derivadas de la distribución y venta de productos falsificados a través del comercio ilegal. Chile puede y merece mucho más y por ello es que se demanda el diseño de estrategias integrales para el combate al delito y el crimen organizado.

Hoy contamos con 24 puertos comerciales de uso público, 30 terminales privados especializados en transporte de minerales y petróleo, 14 puertos de pasajeros y 17 puertos pesqueros. Todos ellos contribuyen de manera determinante al crecimiento y desarrollo del país, no obstante, necesitamos asegurarlos con tecnología de punta, personal debidamente capacitado y procesos adecuados a las nuevas demandas de seguridad. La experiencia comparada puede ayudarnos, pero necesitamos que la autoridad comprenda la magnitud del flagelo y adopte estrategias basadas en evidencia con metas de resultado de corto y mediano plazo que aseguren que la entrada y salida de personas y mercancías se desarrolla con estricto apego a las mejores prácticas de prevención del crimen. Sólo así estaremos aportando al mejoramiento de las condiciones de seguridad del país, ya que sin seguridad no hay inversión y sin inversión no hay desarrollo posible.

Katia Trusich Ortiz

Presidenta Cámara Centros Comerciales

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