Opinión

¿Cómo nos preparamos para los incendios forestales?

MARIO RIOS (10),
MARIO RIOS (10) / FUENTE:

Canadá está en llamas. No son bosques plantados, sino que áreas boscosas propias del ambiente natural que las vio nacer y cobijar. 

Los mismo en Australia, bosques de su propia naturaleza. Imagino que en EEUU deben ocurrir incendios parecidos. Parte del mundo en llamas.  ¿Y nosotros?

¿Fuera de echarle la culpa a la CMPC hay algo más?  Los mismo, empresas Arauco. Estos tiempos de lluvia y paz siniestral, pareciera que los incendios están ausentes. Dejan la sensación de que otros se preocupan y suponen que hay un par de industrias que pierden mucho pero el resto sigue igual. Los activistas del medio ambiente, también están callados. La lluvia les cerró la boca.

Se viene a mi memoria, mis "incendios de salud".  No eran tan distintos a los de bosques en nuestra zona.

En un programa especial de administración en áreas críticas del Estado, fue Salud lo que se dispuso por parte de un grupo de emprendedores en los años 80. Es así que una Corporación privada, (de verdad), asumió la responsabilidad de administrar toda el área central del sistema de salud. Ello significaba, en números de hoy administrar la salud de 1 150 000 chilenos. Asumí la responsabilidad de ser director ejecutivo.  Profesionales, administrativos y otros, a mi cargo, unas 5000 personas. Tres comunas, Santiago, Maipú y Cerrillos, un hospital con 900 camas, dos consultorios de especialidades, y seis consultorios primarios. Un mundo. Lo primero fue lo pendiente, urgente. Descubrimos que habían unos 8 000 niños pendientes del retiro de su alimentación complementaria. Las diversas bodegas, repletas de alimento para dicho programa, anunciaban pronto vencimiento. ¿Qué hacer?. Invitamos a una reunión a los rectores de liceos ubicados en nuestra área de influencia. Participó desde el Instituto Nacional adelante. Alrededor de 20 entidades educacionales. Los rectores estaban sorprendidos por esta invitación. Les narramos nuestro problema mas urgente, ubicar a 8000 niños que se encontraban marginados de su alimentación y ello significaba que tampoco habían accedido a los programas de vacunación y por tanto requeríamos unos 200 inspectores de Salud Infantil urgente para encargarles la ubicación de tales niños. Los consultorios tenían sus direcciones y debíamos llegar a ellas. Esos 200 "inspectores", los prepararemos adecuadamente. Se les proveerá un carnet distintivo de su función, delantal blanco para su trabajo en el consultorio y, "nos aprovecharemos" de su carnet escolar, para extender el recurso, siempre escaso, en la cancelación de sus viajes en buses por la ciudad. Le señalamos a los rectores que queríamos jóvenes del tercero medio, (17 años, sin PSU aun,) y preferentemente líderes escolares. Así fue como llegaron estos 200 jóvenes a cumplir esta función. Estaban felices por lo que iban hacer. En cinco encuentros informativos, aulas de la U. de Santiago,  conocieron lo principal de su responsabilidad. Luego ceremonia de ingreso a salud y a trabajar. Cuatro meses y resolvíamos el problema. Fueron espectaculares.  No sé cuántos alumnos hay en centros de estudios medios de la provincia, pero imagino de 20 000 hacia arriba. Es decir, tenemos 20 000, "inspectores de incendio", potenciales. ¿Cuándo nos ponemos a trabajar con ellos?  ¿Quién imprimirá las "tifas" que los acreditan como "Inspectores" con quienes no apagan el fuego del asado junto a ríos, del que fuma en el camino forestal, del que bota basura o del que camina con  un bidón de bencina muy sospechosamente?. Por favor. No me dejen afuera de este programa. Será fascinante.

Mario Ríos Santander      

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