La donación y el trasplante de órganos se han desarrollado como una terapia eficaz para salvar vidas. En Chile esta práctica se inició en noviembre de 1966, fecha en que un equipo médico del Hospital Clínico de la Universidad de Chile realizó el primer trasplante de riñón a un paciente de 42 años, poco tiempo después que este tipo de procedimientos se realizaran a nivel mundial.
En Chile, en el año 2010, se modificó la ley 19.451 de donación, estableciendo la donación universal, y de acuerdo a la nueva Ley N° 21.145 de donante universal, toda persona mayor de 18 años será considerada como donante de sus órganos, una vez fallecida.
La donación de órganos y tejidos, es una acción voluntaria, altruista y gratuita donde una persona decide donar, es decir, regalar vida, por ello, es lo más hermoso que se puede entregar, y que la familia reconozca la voluntad de su ser querido, es un acto de amor y lo más preciado para quien lo recibe como trasplante.
La brecha entre la necesidad y disponibilidad de órganos está presente en todo el mundo. Tanto en Chile como en el extranjero, las donaciones de órganos siguen siendo complejas y sensibles de abordar. Las tasas de donación a nivel mundial fluctúan entre 2 y 47 por millón de habitantes, y en nuestro país es de 8,7.
En lo que van del año se registran 139 donantes y 378 trasplantes, pudiendo observar una leve mejoría en los números en comparación a los años de pandemia. Aún hay más de tres mil cuarenta personas en listas de espera para recibir algún tipo de órgano. Es impactante ver que a nivel mundial 17 personas mueren cada día esperando un trasplante de órganos, y cada 10 minutos otra persona se suma a una lista de espera de trasplantes.
En el CAVRR existe la Unidad de Procuramiento de Órganos Y Tejidos Para Trasplante, cuyo objetivo principal es aumentar la tasa de donación de órganos para trasplante. Con este fin, una de nuestras funciones es detectar posibles donantes, y así dar inicio al seguimiento de casos que pueden lograr ser donantes efectivos.
Además de lo anterior, hemos destinado tiempo a desarrollar actividades en el programa como capacitaciones, es en estas jornadas donde preguntamos ¿recibiría un órgano para un ser querido?, la respuesta es un absoluto sí, pero las respuestas cambian ante las preguntas: ¿donaría un órgano?, o sabe si ¿su hijo/a, mamá, cónyuge, familiar directo donaría un órgano? Son muy pocas las personas que responden con claridad y esto se da principalmente por dudas y desconocimiento. Cuando esta conversación se llevó en vida, pese a que la familia no esté de acuerdo, ellos respetan la voluntad de su familiar, pero no es así cuando nunca lo hablaron.
El no reconocimiento de la familia sobre la donación se puede interpretar como egoísmo, miedo y desconfianza; nosotros creemos más bien, que es desinformación respecto al proceso de donación y la Ley que nos rige en este momento. En Chile es hora de avanzar a través de la conversación familiar, hablar de nuestra voluntad antes de fallecer, también es escuchar y respetar lo que "quería mi familiar"; es dejar atrás los mitos y buscar información.
"Dar vida al término de esta, es continuar viviéndola en otro ser generosos que prestó todo su cuerpo para que viva un desconocido, que ya no tenía oportunidad de seguir viviendo".
Katherinne Córdova Salamanca
Coordinadora Local de Procuramiento de órganos y tejidos para trasplante.
Complejo Asistencial Dr. Víctor Ríos Ruiz. Los Ángeles.