Opinión

Sebastián Piñera nos recordó que somos una República

Administrador Público
Licenciado en Ciencias Políticas

Jorge Rivas, alcalde de Mulchén,
Jorge Rivas, alcalde de Mulchén / FUENTE:

La muerte del presidente Sebastián Piñera Echenique (Santiago, 1 de diciembre de 1949 - Lago Ranco, 6 de febrero de 2024), ha causado conmoción mundial y, consciente de que miramos el mundo desde ideologías muy distintas, lo cierto es que La República y el mundo han reconocido, a través de sus condolencias, al hombre que llegó de forma democrática, en dos periodos, a La Moneda.

Como presidente, el ex militante de Renovación Nacional gobernó en dos periodos (11 de marzo de 2010 al 11 de marzo de 2014, y entre el 11 de marzo de 2018 al 11 de marzo de 2022), pero pocos recuerdan que también fue senador en Santiago Oriente entre 1990 y 1998, es decir, desde el retorno a la democracia y desde ese lugar y posterior a ello, no dudó en condenar las violaciones a los derechos humanos ocurridas bajo la dictadura.

El accidente que causó su muerte y las reacciones del mundo político y civil de mi país (sin considerar los desahogos anónimos y cobardes de quienes usan las redes sociales como forma de liberar sus amarguras) me han hecho pensar y revalorar la importancia de los valores de nuestro Estado y cómo nuestra República muestra su madurez.

He reflexionado y he concluido que todo gobierno, como todo ser humano tiene sus luces y sombras, nadie es perfecto. Cuando se llega al poder, la teoría explica por qué un gobernante puede alejarse de sus bases sociales, pero cuando un presidente muere en Chile, la ciudadanía tiene distintos tipos de expresión y muchas veces agradece lo que esa persona pudo haber hecho mientras administró un Estado.

Las contradicciones de la vida, por más que las entendamos o no, nos explican que cuando las personas ya no están muchas veces se les reconocen las obras o se destacan las cosas buenas que se hicieron, pero como todo en la vida de los seres humanos, siempre hay cosas que mejorar y rectificar, sin perder de vista que vivimos en un sistema democrático, donde las autoridades son elegidas por la ciudadanía y eso, señores, merece el respeto, porque lo que se hace es engrandecer La República.

Todo gobernante debe trabajar por el bien de su nación, ha sido elegido en las urnas para ello y eso no se debe perder de vista, porque como sabemos, la Soberanía es entregada en las urnas a quién dirige el país y más allá de las diferencias ideológicas, lo cierto es que el ex mandatario lo hizo y eso, no solo se ha reconocido desde los comunistas hasta los republicanos, sino que en todo el mundo.

Como una institución más de La República y sumándonos al difícil momento que vive Chile, es que la Municipalidad de Mulchén y yo, hemos entregado las condolencias a su familia y a sus amigos, a sus seres queridos, tal como lo ha hecho nuestro presidente, Gabriel Boric quien lo ha reconocido como un demócrata desde sus inicios y por cierto se ha brindado un funeral de Estado como lo merece cualquier presidente/a de La República.

Chile siempre ha sido un país republicano, esto lo demuestra con espacios y momentos que debemos recuperar, sellos que nos identifican como un país democrático, un país que sabe navegar entre las diferentes miradas que lo componen.

La democracia no es el régimen político perfecto, pero es lo mejor que existe en el mundo y, el recuerdo que tengo desde los tiempos en que se recuperó en nuestro país, me hace pensar en ello y en el valor de Piñera, para desvincularse públicamente de la derecha pinochetista.

Si hay algo que rescato del fallecido presidente, más allá de nuestras miradas y diferencias políticas, es que siempre supo que en nuestro país son necesarios los acuerdos para poder avanzar y eso para mí, habla de un espíritu democrático y republicano.

Jorge Rivas Figueroa

Administrador Público

Licenciado en Ciencias Políticas

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