En este mes, en que se conmemora internacionalmente a las trabajadoras y trabajadores, quizás es necesario hacer una pausa y revisar qué entendemos por trabajador. ¿Son sólo aquellos que laboran en virtud de algún tipo de contrato y se benefician de un sueldo todos los meses? En mi opinión el concepto es más amplio e incluye a aquellos que ejercen alguna profesión u oficio o llevan adelante una idea de forma autónoma. Hago esta aclaración porque aún existe la idea que emprender no es lo mismo que trabajar. Lo cierto es que desarrollar un negocio es un tipo de trabajo que, en muchos casos, no goza de los mismos beneficios.     

Hoy en el país existen casi 2 millones de microemprendimientos. De ellos, cerca del 90% son personas que trabajan solas. En la Región del Biobío esa cifra se eleva sobre el 92%. Se trata de personas que están dispuestas a sacrificar tiempo y descanso con tal de sacar sus proyectos adelante, en días y horarios que van más allá de lo que entendemos por jornada laboral. Es ese, precisamente, uno de los desafíos del Estado moderno, el cómo consolidar prestaciones que son propias del derecho laboral a quienes emprenden y son su propio empleador. 

Es tiempo de reforzar la idea de que los emprendedores son el corazón de nuestra economía y que son la prueba viviente de que con apoyo y confianza los sueños pueden materializarse. Por eso, es preciso avanzar en formas que faciliten la formalización de los emprendimientos y con ello el acceso a beneficios sociales y créditos bancarios. Una de las ideas que se han planteado es la del Monotributo, el cual se traduce en un pago fijo durante 48 meses, orientado a emprendimientos informales sin trabajadores a cargo y cuyos propietarios pertenezcan al 40% más vulnerable. De concretarse, se estima que 600 mil personas podrían verse beneficiadas.

Una acción concreta y que ya fue anunciada por el Presidente Gabriel Boric en diciembre de 2022, es "Pyme Ágil", una solución digital que pretende reducir el número de pequeñas y medianas empresas que, pese a cumplir con el inicio de actividades ante el Servicio de Impuestos Internos (SII), no tramitan su patente municipal. La idea es centralizar los trámites de formalización en una sola página (TuEmpresaEnUnDía), a la que podrán acceder con Clave Única, en vez de hacerlo de forma presencial en cada municipio. Tras un período de plan piloto con 27 municipalidades, se logró reducir los tiempos de 170 a 90 días de espera. 

Es claro que el emprendedor es un trabajador con un perfil distinto a la gran mayoría. Son personas que toman la iniciativa, que pueden operar sin supervisión y de manera independiente. Poseen algo que los motiva ir adelante, ya sea el anhelo de ver concretada su idea o quizás la forma de encontrar una fuente de ingresos para sus familias. Sea cual sea ese impulso, el Estado debe construir un esquema que incentive la creación de más emprendimientos, allanando el camino para la correcta creación de éstos, facilitando la formalización, con el objetivo que los emprendedores puedan avanzar en un esquema de obligaciones y derechos donde el emprender también sea trabajar.

Patricio Fierro Garcés

Abogado

Director Regional FOSIS Biobío