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La historia de %26quot;Tunatanume%26quot;: El Perro detective que busca drogas

por Pia Salcedo

Este ejemplar forma parte de la Brigada Antinarcóticos de Los Ángeles, tiene cinco años y su nombre significa Ojos de Traro en lengua Mapudungun.

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Llegó a la Brigada Antinarcóticos de Los Ángeles en diciembre de 2011; desde entonces, Tunatanume se ha desempeñado como una herramienta valiosa al momento de incautar droga en la comuna.

Es una perra dócil, que desborda alegría y ternura; en el cuartel de la PDI nos espera con muchas ganas de jugar. Es que, a pesar de que está entrenada para trabajar, ella piensa que todo es un juego.

El asistente policial Víctor Contreras es el guía de Tunatanume; ambos son una dupla fundamental al momento de incautar estupefacientes cuyo consumo son sancionados en la Ley 20.000.

En la actualidad, el ejemplar canino que forma parte de la Brigada Antinarcóticos de Los Ángeles tiene cinco años y su nombre significa Ojos de Traro en lengua Mapudungun.

“Estamos contentos con los resultados que ha dado Tunatanume, quien acompaña a su guía canino tanto a trabajo operativo como de prevención a los colegios; su visita es bastante valorada por los pequeños porque son instancias muy enriquecedoras para los niños”, expresó el jefe de la Brigada Antinarcóticos de Los Ángeles, subprefecto Héctor Meza.

Ello porque son su primer acercamiento a la policía y su primer acercamiento hacia un perro policial. Cuando Tunatanume va a los colegios, los alumnos pueden acariciarla y jugar con ella.

Además de ser dócil y extremadamente cariñosa, Tunatanume es muy cercana a las personas y bastante certera; “en las oportunidades en que ha tenido que encontrar droga diría que sobre el 90% de los casos ha encontrado las sustancias que nosotros buscábamos sin ningún problema”, expresó Meza.

Para la Brigada Antinarcóticos resulta ser una herramienta fundamental. “Cuando nos encontramos frente a equipajes, en un domicilio, donde no sabemos en qué lugar puede estar la droga, Tunatanume es la herramienta ideal para poder decirnos dónde buscar”, sostuvo el oficial.

PROCESO DE SELECCIÓN

Desde su creación, la Brigada Canina ha estado obteniendo camadas de los mismos perros detectores de droga que llevan varios años trabajando en la institución. Muchos de ellos, incluso, están inscritos.

De igual forma, han ido adquiriendo canes en diferentes criaderos de perros con las características que la policía necesita.

Sin embargo, cuando es por camadas, todos entran en un proceso de selección; son los guías caninos de Santiago quienes comienzan a ver qué aptitudes tienen para poder ser adiestrados ya que –como en todos lados- no todos son aptos para el trabajo.

El proceso de adiestramiento, propiamente tal, se inicia cuando los canes tienen seis meses de edad para, luego, dar inicio a su desempeño en el ámbito operativo que dura, aproximadamente, otros seis meses.

“Cuando está listo, el perro es llevado a la persona que será su guía para ser también adiestrado respecto al manejo de ese can. Recibe un can medianamente adiestrado y termina su etapa de adiestramiento con la finalidad de poder conocer al ejemplar y poder dar el máximo de resultados posibles en el trabajo operativo”, explicó Meza.

En total, son siete años de vida los que pasan dentro de la Institución pese a que existen algunos casos donde algunos canes trabajan por un tiempo mayor a ese.

Después de eso, pasan a etapa de retiro “porque sabemos que a la edad de 8 años –si lo comparamos con la de un humano- es muy viejito”, explicó el oficial de la policía civil.

Deben ser perros extremadamente juguetones, que estén preparados para el juego por lo que –pasada cierta edad- el animal no tendrá la misma motivación y será un poco más difícil trabajar con él.

Al pasar a retiro, quienes han trabajado con un ejemplar canino tienen la opción de quedarse con él y siempre se ha dado tal escenario. Han trabajado durante 6 o más años juntos por lo que ambos se transforman en una muy buena dupla que ha llegado a conocerse bastante bien.

Generalmente, utilizan razas como la de Tunamatune: un Labrador Retriever porque son muy juguetones y activos.

Sin embargo, su capacidad olfativa los ha hecho ganarse un lugar importante dentro de las filas de la Policía de Investigaciones puesto que existen situaciones en que los narcotraficantes intentan ocultar la droga poniéndole café, aceite o algún otro tipo de producto que genere un olor distinto.

La capacidad olfativa del animal le permitirá distinguir, por ejemplo, el olor a café del de la droga porque una de sus principales características es que saben discriminar olores.

ADIESTRAMIENTO

Estos animales son frecuentemente utilizados para controles preventivos ya sea en buses, aeropuertos, en fronteras para poder detectar si una persona porta –entre sus vestimentas- algún tipo de sustancia controlada por la Ley de Drogas sea –en este caso- cocaína o cannabis sativa.

Estos canes no son adiestrados para realizar labores de defensa porque la idea es que la policía pueda controlar a personas sin ningún riesgo de que, por ejemplo, ésta sea mordida. Por lo mismo, son extremadamente dóciles; para el perro, el momento de trabajo es sólo juego.

Para ello, utilizan el mecanismo de Pavlov; en la primera etapa de adiestramiento el animal sólo juega con un mango. Con el tiempo, el perro es sometido al control de algún objeto -como maletas o cajas- a los cuales se les coloca droga sintética y, además, se esconde ahí su juguete.

El can va aprendiendo a que “cuando encuentre olor a droga, encontrará su juguete. Desde su perspectiva, él sólo está jugando. No sabe que está buscando droga sino que su juguete”, explicó Meza.

Bajo ninguna circunstancia le dan a consumir droga al momento de entrenarlo, debido a los riesgos que ello conlleva. Su adiestramiento sólo se hace en base al reflejo condicionado.

El método de adiestramiento exige que el animal esté en su canil y solo salga para ir a trabajar; de esta forma, estará deseoso de jugar ya que piensa que eso es lo que hará.

Su alimentación es muy racionada y sus visitas al veterinario son constantes, tanto para temas de salud como de desparasitación.

BRIGADA CANINA

La Policía de Investigaciones cuenta con una unidad especializada de perros detectores de droga desde 1991; ese año, se creó la Brigada Canina con la finalidad de dotar a la Institución con este tipo de animales al momento de combatir –de forma óptima- el tráfico ilícito de drogas.

No basta sólo con que el perro esté adiestrado; “es fundamental que sea un guía quien conozca ese can y, en este caso, Víctor conoce cada una de las señales que Tunatanume entrega”, relató el jefe de la Brigada Antinarcóticos, subprefecto Héctor Meza.

Ello porque cada vez que encuentran una sustancia, las señales que entregan los perros pueden ser muy distintas. Cada can da una señal que sólo su guía es capaz de identificar; cada uno de ellos “debe saber cuál es para poder saber que el can le está indicando que en ese lugar está el olor de su juguete. De lo contrario el trabajo sería inoficioso”, expresó Meza.

Si el guía no está en la unidad y los oficiales deben acudir a un procedimiento, no es posible llevar al can detector de drogas; sólo él es el profesional encargado de trabajar directamente con ese ejemplar.

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