Durante el mes de abril, el Gobierno comenzará a aplicar el programa "Calles sin Violencia", destinado a combatir los delitos más violentos que se concentran en 30 comunas del país, y que componen cerca del 50% del total nacional de estos ilícitos.
La medida contempla cuatro ejes principales, entre los que se encuentra el trabajo en la persecución penal, el reforzamiento de la actividad policial, la fiscalización de infracciones e incivilidades y la recuperación de espacios públicos que hoy por hoy no pueden ser utilizados con normalidad debido al peligro que los rodea. La intervención considera estrategias específicas para cada uno de los territorios considerados en este plan, ubicadas en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins, Ñuble y Biobío.
La medida fue diseñada en base a los factores presentes en territorios con mayor cantidad de delitos violentos, destacando la presencia de pandillas y el crimen organizado, narcotráfico, impunidad penal, armas, deterioro barrial y consumo de alcohol y drogas en la vía pública como algunos de los factores con los que las comunas cuentan para ser consideradas dentro de la medida especial. Para aplicar este plan, el Gobierno destinará un fondo extraordinario de US$1.500 millones para la compra de nuevo equipamiento, actualización de armamento y mejoramiento de protocolos operativos.
Durante abril, Santiago será la primera comuna en estar bajo el programa "Calles Sin Violencia" a modo de piloto, mientras que el resto se sumará durante el mes de mayo. Las primeras 10 comunas conocidas que estarán sujetas al plan son:
Alcaldes de distintas partes del país ya han solicitado que el plan tenga una cobertura nacional para combatir la delincuencia de sus barrios.
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