Se trata de sectores muy apartados, de una geografía accidentada. Desde cursos de agua y bosques hasta espesos zarzales para los cuales hay que abrirse paso a punta de guadañas.
Esas eran las características de los dos puntos detectados - uno el viernes y otro el domingo - en el sector rural de la comuna de Quilleco. Específicamente en las zona de Villa Alegre y el Durazno, hacia el sur de la localidad precordillerana de la provincia de Biobío. En ambos casos se trata de plantaciones detectadas en predios de empresas forestales.
Esa distancia y dificultad de acceso fueron parte de la estrategia de la banda delictual -cuyos integrantes aún están siendo indagados por las fuerzas de Carabineros - para plantar marihuana. Se estima que la superficie superó la media hectárea (más de 5 mil metros cuadrados), cuyos ejemplares - que estaban creciendo vigorosos en esa espesura- serían cerca de mil 150.
También se encontraron cuatro improvisados invernaderos, construidos con un entramado de madera cubierto por una capa de grueso nylon de color negro. Esas instalaciones eran usadas para secar los "cogollos" aprovechando el calor de la temporada de verano. Varios ya estaban a punto de ser comercializados.
Sin embargo, los encargados de mantener la plantación de cannabis sativa tuvieron la preocupación de contar un sistema de riego para asegurar el crecimiento adecuado de los especímenes, de forma que pudieran desarrollar todo su potencial. Usando una motobomba conectada al río Coreo, que corría por el costado de los predios, se impulsaba el agua por cañerías hasta la plantación.
DATO
Sin embargo, los delincuentes que estaban a cargo de este negocio ilícito no contaron con que un informante anónimo revelaría al personal de Carabineros del retén de Quilleco de la existencia de dos puntos donde se tenía una plantación de marihuana.
La información fue compartida a los efectivos del OS7, unidad especializada de la policía uniformada para combatir este ilícito.
El viernes, los funcionarios entraron a un predio. El domingo fue el turno del otro terreno.
Se encontraron alrededor de 460 kilos de plantas de marihuana. Otros 375 kilos corresponden a las plantas en proceso de secado de la misma especie. Cerca de 830 kilos, en total.
El avalúo de droga incautada supera 3 mil 700 millones de pesos, a partir de las más de 750 mil dosis que podrían haberse elaborado con la droga incautada.
REACCIONES
El general jefe de la Octava Zona de Carabineros, César Bobadilla, consideró que el decomiso es uno de los más importantes de la provincia de Biobío, y también de la región.
Aportó como dato que en 2023 se incautaron 139 kilos de diferentes drogas, mientras que en este operativo ya se han incautado más de 460 kilos.
Por lo mismo, el jefe policial hizo ver que "si bien es cierto que hacemos un trabajo permanente y constante para combatir el tráfico, es tremendamente importante el trabajo que hacen lo carabineros con los vecinos. Ellos nos pueden hacer llegar la información vía denuncia seguro o al nivel 133".
La delegada presidencial provincial Paulina Purrán destacó el operativo del OS7 y lo catalogó como uno de los operativos más importantes en la zona. De paso, valoró la colaboración de la ciudadanía "que aportó información relevante para llevar a este tipo de investigaciones".
El alcalde de Quilleco, Rodrigo Tapia, agradeció la acción de los funcionarios de Carabineros pero hizo ver que las plantaciones estaban en predios de grandes empresas forestales. "Me llamó la atención que fuera en un predio de grandes forestales porque estas empresas tienen un proceso de vigilancia con drones y televigilancia. Me llama la atención que no fuera descubierto".