Una banda altamente especializada. Esa fue la conclusión a la que arribaron los policías especializados, después de analizar con detalle los antecedentes recopilados desde el sitio del suceso.
El robo en las instalaciones del Servicio de Registro Civil e Identificación en Los Ángeles, ubicadas en calle Freire 351, desnudaron las graves deficiencias de seguridad que fueron explotadas por los delincuentes para perpetrar del delito. Además, los hampones contaban con información precisa sobre la ubicación de cada una de las cajas fuerte para vulnerarlas.
De acuerdo a fuentes cercanas a la indagación, la banda se tomó varias horas para ingresar y robar las especies de valor desde las cajas de seguridad. Pese a que debió escucharse ruido en los esfuerzos por vulnerar los dispositivos, nadie habría escuchado algo sospechoso durante el fin de semana.
Eso sí, el monto de lo robado fue pírrico. Alrededor de dos millones de pesos en dinero en efectivo que corresponden a los pagos en billetes que realizan los usuarios del Registro Civil.
Sí preocupa que sustrajeron una cantidad indeterminada de cédulas de identidad y pasaportes que, aunque no están activados, pueden comercializarse a alto valor en el mercado negro para cometer delitos, como estafas.
FALLAS DE SEGURIDAD
La primera falla de seguridad sería la puerta principal. Los delincuentes, presumiblemente después un acucioso estudio de las dependencias, detectaron que el acceso podía ser forzado hasta acceder a su interior.
Una vez en el interior, aparece la otra falencia, más grave aún: las cámaras de vigilancia no graban. Es decir, no debieron desactivar ningún dispositivo de ese tipo porque no lo necesitaban.
De acuerdo a las fuentes, los delincuentes tenían un acabado conocimiento de las instalaciones. Sabían exactamente donde estaban las cajas de seguridad. No buscaron en las demás dependencias, solo lo hicieron en los lugares donde podía haber dinero.
Una vez que las detectaron, usaron equipos especializados para abrirlas. Sin embargo, no contaban con que el viernes la empresa de valores contratada para ese fin, había retirado el dinero reunido en los tres días previos.
Recién a primera hora de este lunes en la mañana, cuando llegaron los funcionarios del Registro Civil, se percataron que el recinto había sido vulnerado. Inmediatamente avisaron a Carabineros.
Durante todo el día hubo peritajes en el sitio del suceso, lo que impidió la atención de público. Efectivos del Laboratorio de Carabineros y del OS9 realizaron las indagaciones, tomaron declaraciones a los funcionarios y reportaron las falencias de seguridad.
El OS9 es una unidad especializada en la investigación de bandas criminales, como la que operó con éxito en el Registro Civil de Los Ángeles pero cuyos delincuentes obtuvieron un magro botín.
DIRECTORA REGIONAL DEL REGISTRO CIVIL
En un archivo de audio remitido a La Tribuna, Sandra Ibáñez, directora regional del Registro Civil e Identificación en Biobío, reconoció el delito perpetrado en la oficina de Los Ángeles.
"Hemos seguido los procedimientos estipulados por la institución. Estamos realizando el inventario y arreglos necesarios para abrir a público lo antes posible", declaró.
Aunque no fue explícita, admitió la sustracción de documentos de identificación: "Aquellos documentos que pudieron ser sustraídos, fueron bloqueados, así que se fabrican nuevamente".
En términos prácticos, precisó que las reservas de hora se reagendarán dentro de la semana, mientras que las inscripciones de nacimiento y defunciones se pueden realizar en las instalaciones que funcionan en el hospital. Además, la oficina del mall tendrá atención especial para posesiones efectivas, inscripciones de vehículos y certificados.
Además, hay tótem de auto-atención que opera en la Municipalidad de Los Ángeles y está disponible el sitio web.