El lunes 2 de septiembre, comenzó en Francia el juicio contra Dominique P., un hombre de 74 años acusado de drogar a su esposa, Gisèle P., durante diez años para que otros hombres la violaran. El caso, que ha causado gran impacto en dicho país, involucra a 51 hombres que participaron en los abusos.
Según las investigaciones, Dominique P. parecía ser un ciudadano francés común y corriente. De hecho, fue descrito por su misma esposa como "un gran tipo", sin pensar que le administraba un medicamento fuerte para dormirla, lo que permitía que hombres, contactados a través de un sitio de citas, la violaran en su propia casa en Mazan, al sur de Francia.
Entre los involucrados había bomberos, enfermeros y funcionarios públicos, algunos de los cuales participaron en varias ocasiones.
El juicio ha generado controversia, especialmente sobre si debería ser público o privado. El abogado de Gisèle, Stéphane Babonneau, insistió en que el juicio fuera abierto al público para asegurar que se haga justicia de manera transparente.
Por otro lado, la defensa de Dominique P., afirmó que el acusado está "avergonzado" y que su comportamiento podría ser visto como una adicción. Sin embargo, los psicólogos que han revisado el caso señalan que los acusados muestran una actitud de "omnipotencia" sobre el cuerpo de la mujer.
Hasta ahora, se han identificado al menos 92 violaciones que ocurrieron entre 2011 y 2020. El caso salió a la luz en 2020 cuando Dominique P. fue sorprendido filmando a mujeres en un centro comercial, lo que llevó a la policía a descubrir fotos y videos de su esposa siendo violada mientras estaba inconsciente.
La víctima que no recuerda los abusos debido a las drogas que le administraban, testificará este jueves, mientras que el imputado lo hará el próximo 10 de septiembre.
Lo más irónico es que este caso no es el primero en el que el acusado ha estado involucrado. También ha sido relacionado con un asesinato con violación en 1991 y un intento de violación en 1999, aunque solo admite su participación en este último.
