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Gendarmería informó el fallecimiento de un recluso del Complejo Penitenciario Biobío, quien fue decapitado por su compañero de celda en lo que preliminarmente se sospecha que podría haber sido un ritual de carácter satánico. Los hechos quedaron al descubierto cerca de las 09:00 horas de este lunes, cuando funcionarios del recinto realizaron el desencierro en el módulo 42.
El cuerpo del interno fue encontrado sin vida y decapitado en su celda, junto a una biblia y diversos escritos con símbolos asociados a prácticas satánicas. Según las primeras investigaciones, el presunto agresor, quien también cumple condena en el mismo recinto y compartía celda con la víctima, habría actuado en un contexto de enajenación mental. No obstante, no se habían registrado antecedentes previos de trastornos psiquiátricos en el agresor.
El Subprefecto Enrique Guzmán, jefe (s) de la Brigada de Homicidios de Concepción, señaló: "Por instrucción de la Fiscalía de Florencia, detectives de la Brigada de Homicidios y peritos de la Guardia Criminalística Regional nos trasladamos hasta este centro de detención por el hallazgo de una persona fallecida. Del trabajo realizado hasta este instante, efectivamente se encontró una persona decapitada en una de las celdas del módulo."
Las autoridades confirmaron que los primeros indicios apuntan a que el crimen habría ocurrido durante un ritual que involucró elementos religiosos y simbología satánica. Sin embargo, se está investigando si hubo otros factores en juego, como problemas personales entre los internos o si el agresor tenía vínculos previos con prácticas ritualistas.
El Subprefecto Guzmán también confirmó que se encontraron elementos cortantes de fabricación artesanal en la celda, los cuales habrían sido utilizados para cometer el crimen. Sin embargo, aclaró que aún no se puede confirmar con certeza si el hecho corresponde a un ritual satánico. "Tenemos elementos que estamos analizando en el contexto general de toda la evidencia que se encontró. No es solo un elemento único que pueda determinar si fue así o no", explicó Guzmán.
Las declaraciones del presunto agresor, quien se encontraría confeso, también están siendo evaluadas. Según el Subprefecto Guzmán, las entrevistas tanto con el agresor como con los testigos internos del módulo serán claves para esclarecer los motivos del crimen. "Estamos realizando las entrevistas tanto al personal de Gendarmería que encontró el cuerpo como a los internos que estaban en este módulo. Todo esto forma parte de las diligencias en curso", detalló.
Las autoridades confirmaron que el arma utilizada para la decapitación fue un objeto cortante de fabricación artesanal, el cual está siendo analizado. "Son elementos cortantes de fabricación artesanal, que obviamente son parte de los procesos internos de Gendarmería para ver cómo llegan a los reclusos", indicó Guzmán.
Hasta el momento, no se han confirmado antecedentes psiquiátricos en el presunto agresor, aunque se sigue investigando si pudo haber actuado en un estado de enajenación mental. "Hay una persona imputada de este hecho, y el proceso investigativo está en desarrollo para ver si coinciden todos los hechos y la evidencia con el relato de los testigos", señaló Guzmán, quien aseguró que el caso sigue siendo investigado minuciosamente.
Gendarmería informó que el personal psicosocial de la institución se ha puesto en contacto con la familia de la víctima para ofrecer apoyo ante la tragedia. Mientras tanto, las autoridades penitenciarias están evaluando medidas adicionales para evitar que hechos de esta naturaleza vuelvan a ocurrir dentro del recinto.
El procedimiento investigativo continuará durante los próximos días, mientras se esperan los resultados de las pericias realizadas en el lugar del crimen y las entrevistas con los involucrados.
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