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En noviembre de 2020, la ciudad de Los Ángeles vivió un grave episodio de violencia intrafamiliar cuando el ex agente de Carabineros Luis Mancilla Garrido intentó asesinar a su expareja e hijos, prendiendo fuego a un automóvil en el domicilio familiar. Este atentado dejó a la familia en un estado de profundo temor y desencadenó una serie de procesos judiciales y administrativos que culminaron con la baja de Mancilla de la institución y su formalización por los delitos de femicidio frustrado, parricidio frustrado contra su hijo y homicidio frustrado.
El caso, desde entonces, ha sido seguido de cerca por el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG), que han acompañado a las víctimas en su lucha por justicia.
A pesar de la formalización en 2020, en 2023 el caso dio un giro inesperado. Mancilla, quien se encontraba bajo prisión preventiva en la tenencia Los Jazmines, en la región de Los Ríos, logró fugarse, generando una alerta tanto en Chile como en el extranjero. Desde su escape, las víctimas y sus hijos vivieron con el temor constante de un nuevo ataque, hasta que finalmente, en enero de 2025, el ex sargento fue detenido en la provincia de La Rioja, Argentina, tras una operación conjunta entre Chile, Interpol y la Policía Federal Argentina.
La detención de Mancilla no solo ha sido recibida con alivio por la familia afectada, sino también por las autoridades chilenas que han seguido de cerca el caso. La Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, expresó su satisfacción por el logro de esta captura, destacando la importancia de la colaboración internacional en la búsqueda de justicia.
"Desde el Ministerio, a través del Sernameg, hemos estado junto a la víctima desde el inicio del proceso, brindando apoyo legal y psicosocial. La detención de Mancilla en Argentina marca un paso crucial para que la víctima y su familia puedan retomar sus vidas sin miedo. Ahora esperamos que el proceso de extradición se realice con celeridad, para que el ex sargento enfrente la justicia y sea juzgado por sus crímenes", comentó Orellana.
El proceso de extradición se prevé como el siguiente paso en la búsqueda de justicia para la familia afectada, que ha vivido bajo la sombra de la violencia durante años. Orellana también subrayó que esta captura es solo el inicio de un proceso que debe concluir con una condena justa y con la implementación de medidas que protejan a las víctimas de futuros riesgos.
Desde el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG) de la región del Biobío, entidad que ha acompañado jurídicamente a la víctima desde el atentado, también se expresaron reacciones positivas ante la detención.
Andrea Valenzuela, directora regional subrogante de SernamEG, destacó que se trató de una larga espera para la familia, que finalmente puede sentir una cierta tranquilidad al saber que su agresor está bajo custodia. "No solo hemos asumido la representación jurídica de la víctima, sino que también le hemos entregado apoyo psicosocial. Ha sido una lucha por la tranquilidad de una familia que durante años vivió con el temor de volver a ser atacada. Solicitaremos que Mancilla cumpla la medida cautelar en un recinto penitenciario, asegurando que no tenga privilegios y que las víctimas no estén expuestas nuevamente a un riesgo", afirmó Valenzuela.
A lo largo de estos años, las víctimas no solo han enfrentado un proceso judicial que parecía interminable, sino que también han lidiado con el miedo constante por la fuga de su agresor, lo que les impidió llevar una vida normal. La detención en Argentina, sin embargo, ha abierto la puerta para que el proceso legal continúe en nuestro país.
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