"La idea de postergar la entrada en vigencia del reglamento de la ley que regulará a las empresas de aplicaciones de transportes puede ser discutida con el ministerio respectivo, ante la serie de especulaciones y rumores que esta medida está generando". Manifestando su preocupación ante los efectos adversos que puede provocar la entrada en vigencia de la Ley Uber, el presidente de la Comisión de Transportes del Senado, Enrique van Rysselberghe acogió el llamado de la Bancada de Diputados UDI en relación a revisar si la opción de postergación de la medida se hace necesaria.
El Congresista manifestó que "lo más prudente es tener una conversación franca con el Ministerio de Transporte y transparentar los reales efectos que tendrá la eventual entrada en vigencia del reglamento", teniendo en cuenta que la normativa podría provocar una disminución del 88% de los viajes que se realizan actualmente, según un estudio de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Diego Portales.
Por último, el Senador gremialista manifestó que, si bien es necesario un marco legal en la materia para mayor seguridad de los pasajeros, entre otras variables, también es importante analizar el impacto que traería en su aplicación para quienes trabajan en este servicio, subrayó el Senador.
EN QUÉ CONSISTE LA LEY UBER
La normativa, aprobada a principios de este año, busca regularizar las aplicaciones de transporte de pasajeros remunerado en Chile, estableciendo por ejemplo, requisitos clave para operar, incluyendo una cilindrada mínima de 1,4 litros para vehículos de combustión interna, lo que excluiría cuatro de los cinco vehículos de pasajeros más vendidos en Chile.
Esta ley, bajo el número 21.553, entrará en vigencia en enero de 2024, que incluirá un registro nacional de vehículos y la exigencia de licencia de conducir A2. Esta situación se ha calificado de "catastrófica" para el mundo de las aplicaciones (como Didi, InDriver, Cabify o el mismísimo Uber), debido a sus limitaciones en la antigüedad de los autos o sus propios modelos. De acuerdo con Uber, el promedio de los autos que operan hoy en la aplicación casi alcanzan los 10 años, norma que dejaría fuera de funcionamiento a la gran mayoría de los conductores.