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La obesidad y el sedentarismo están dentro de los factores de riesgo relacionados con diversas enfermedades, de acuerdo con las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 "unos 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos. Si bien el sobrepeso y la obesidad se consideraban antes un problema propio de los países de ingresos altos, actualmente ambos trastornos aumentan en los países de ingresos bajos y medianos, en particular en los entornos urbanos".
Ahora, este problema de salud global, fue evidenciado a través del informe World Obesity Atlas 2023, publicado por la Federación Mundial de la Obesidad (World Obesity Federation), asociación destinada al estudio de los índices de obesidad en el mundo. En ese sentido, la reciente investigación presentada por la entidad dio cuenta de cifras abrumadoras para Chile y el mundo. Sin ir más lejos, los investigadores aseguran que de mantenerse la situación actual, más de la mitad de la población mundial padecerá de sobrepeso u obesidad hacia 2035.
En el caso de Chile, la investigación proyecta que esta problemática de salud experimentará un incremento del 43 % en el caso de los adultos, no obstante, la situación de los niños y niñas no es muy distinta. El estudio detalló que el incremento anual de la obesidad en adultos entre 2020 y 2035 es de 1,9 % y, en niños, del 2,7 %. Situación que, según la clasificación propia de la Federación, posiciona a Chile en el lugar 37 de los 183 países que participaron de la investigación.
Los resultados de este estudio internacional tienen una raíz evidenciada hace 20 años en Chile. Si se realiza un análisis histórico de la situación de la obesidad y el sedentarismo en el país, gracias a los datos que entrega la Encuesta Nacional de Salud (ENS), se puede dar cuenta de los números que ya alertaban de un aumento en la incidencia de esta problemática de salud.
La primera de estas encuestas, realizada en 2003, detalló que la prevalencia del sedentarismo entre la población chilena llegó al 89,4 %. A su vez, los índices de sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida, alcanzaron el 37,8 %, 22 % y 1,3 % correspondientemente.
Cifras que también fueron encuestadas en la ENS 2009-2010, donde se afirmó que el 88,6 % de los encuestados realizaba menos de 30 minutos tres veces a la semana de actividad física de tiempo libre, lo que fue catalogado como ‘sedentarismo libre’. Siendo este número el único que bajó su total, puesto que en tópicos como el sobrepeso se registró un aumento hasta el 39,3 %, la obesidad llegó al 25,1 % y la obesidad mórbida al 2,3 %.
Siguiendo con el recorrido, los datos más recientes recopilados por la ENS 2016-2017, reflejaron que el sedentarismo se redujo al 86,7 %, sin embargo, tal como fue la tónica en años anteriores, el sobrepeso aumentó escalando hasta el 39,8 %, la obesidad al 31,2 % y la obesidad mórbida al 3,2 %.
A raíz de estos resultados, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se pronunció a través de un estudio sobre la Salud Pública en Chile, llamado Hacia un futuro más sano, donde señalaron que: "Este es uno de los índices más altos dentro de los países OCDE. La Encuesta Nacional de Salud muestra que no ha habido ninguna reducción en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en los últimos 15 años".
A su vez, hicieron hincapié en un punto particular, destacando que: "El índice de sobrepeso y de obesidad infantil es casi 45 %, que es considerablemente más alto que el promedio de la OCDE, de alrededor de un 25 %. Este es un problema importante de salud pública por sí mismo, pero a la vez supone riesgos para el futuro. Los niños que tienen sobrepeso es probable que tengan sobrepeso como adultos, y están con mayor riesgo de mala salud en el futuro. La alta prevalencia de Chile del sobrepeso y de la obesidad infantil puede ser considerada ‘una bomba de tiempo para la salud’".
En este último punto, se pueden constatar predicciones que el reciente estudio realizado por la Federación Mundial de la Obesidad comprueba. No obstante, las palabras de Johanna Ralston, directora ejecutiva de la Federación Mundial de Obesidad, apuntan a los "fallos de alto nivel", es decir, a las autoridades por sobre la población. "Abordar estos problemas será valioso de muchas maneras para miles de millones de personas (...) Simplemente no podemos darnos el lujo de ignorar las crecientes tasas de obesidad por más tiempo", concluyó a través de un comunicado la representante de la asociación internacional.
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