Durante la primera semana de mayo, la Cámara de Diputadas y Diputados apoyó la regulación de vaporizadores con y sin nicotina, una iniciativa que busca normar la venta, publicidad, consumo y seguridad de dichos dispositivos conocidos como "cigarrillos electrónicos". De acuerdo con los expertos, "tanto el cigarro tradicional como el cigarrillo electrónico son nocivos para la salud de todas las personas".
El 08 de mayo de este año el proyecto de ley que regulariza los vaporizadores, pasó a tercer trámite constitucional luego de que la Cámara lo aprobara con 134 votos a favor y uno en contra. Destacando entre sus alcances, la prohibición de comercialización, ofrecimiento, distribución o entrega a título gratuito de productos de tabaco, Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) o Sistemas Electrónicos sin Nicotina (SESN) a menores de 18 años.
Asimismo, los envases de estos productos, junto a sus accesorios y líquidos de vapeo con y sin nicotina, destinados a su distribución en Chile, deberán contener una advertencia sobre la potencial adicción que ocasionan. Asimismo, tendrán que indicar que es un producto de venta exclusiva para mayores de 18 años y su venta no podrá efectuarse mediante ganchos comerciales como regalos, concursos, juegos y otros elementos de atracción infantil.
UNA VISIÓN EXPERTA
En conversación con diario La Tribuna, Jorge Dreyse, médico broncopulmonar jefe del Centro de Pacientes Críticos de Clínica Las Condes y académico de la Universidad Finis Terrae, entregó su apreciación en relación al consumo y utilización de estos cigarrillos electrónicos.
"Costó miles de años darnos cuenta que los cigarros tradicionales hacían daño y con evidencias duras de los últimos 150 años empezamos a sacarlos de cosas tan sencillas como la televisión y la propaganda (...) Con los cigarrillos electrónicos no tenemos la ventaja del tiempo, existen recién desde el 2007", comenzó señalando el entrevistado.
"No obstante, en ese corto tiempo ya han desarrollado situaciones bastante graves como la que tuvimos el 2019 donde muchos jóvenes sanos sufrieron estragos en sus pulmones producto del uso de estos dispositivos. Tanto así que hubo gente intubada, trasplantada e incluso muerta. Entonces, si lo vemos como un tema de tiempo, el cigarro electrónico en mucho menor tiempo ha levantado las alarmas y las alertas de la salud mundial", agregó.
ELECTRÓNICO O TRADICIONAL, DAÑINO IGUAL
Un punto en el que el profesional de la salud hizo especial hincapié es en el tiempo de estudio que llevan los vaporizadores. Según Dreyse, falta más tiempo para poder evaluar y registrar todos los efectos adversos de los cigarrillos electrónicos, pero con la evidencia que se maneja hasta el momento "podemos decir que en ningún caso son inocuos o inofensivos para el consumo humano".
"A diferencia del tabaco tradicional, en el cual entendemos la progresión de cómo se va produciendo el daño, en los cigarros electrónicos sabemos solamente algunas de las formas en que puede producir daño y, probablemente, a medida que vayan apareciendo nuevos sistemas de inhalación, ya sea por dispositivo o nuevas sustancias de quemar y vaporizar, vamos a darnos cuenta que existen nuevas formas de daño", complementó el médico broncopulmonar.
REGULACIÓN O PROHIBICIÓN
De acuerdo con el experto, "lo ideal sería poder prohibirlos absolutamente. Pero las prohibiciones tienden en la historia a no caer bien en las sociedades (...) Lo que se ha estimado en el mundo más correctamente es ir aumentando las barreras de dificultad".
En ese sentido, explicó que actualmente "la principal barrera es el precio. Mientras más altos vayan subiendo el precio y mientras exista la prohibición de vender a ciertos grupos va a ser más difícil que la gente los consuma y por lo tanto bajar este hábito. Sin embargo, lo ideal sería hacer una prohibición absoluta de toda forma de combustión que se pueda inhalar, sea cigarro tradicional o cigarro electrónico".