Salud

Experto habla de la hidatidosis: "Esta es una enfermedad para la cual no hay prevención por vacuna"

El infectólogo de la Clínica Las Condes se refirió al panorama actual de esta parasitosis que está presente en comunas de la provincia de Biobío, especialmente Los Ángeles.

Dr. Alfonso Guzmán, coordinador de la Unidad de Infectología de Clínica Las Condes, CLC
Dr. Alfonso Guzmán, coordinador de la Unidad de Infectología de Clínica Las Condes / FUENTE: CLC

De acuerdo con las autoridades sanitarias, la región del Biobío ocupa el segundo lugar a nivel nacional con la mayor tasa de incidencia por hidatidosis. Sin ir muy lejos, a nivel local la provincia de Biobío ya registra 17 casos confirmados, con Los Ángeles concentrando el mayor porcentaje de personas enfermas.

En ese contexto, el equipo de prensa de La Tribuna tomó contacto con el Dr. Alfonso Guzmán, coordinador de la Unidad de Infectología de Clínica Las Condes, quien explicó las implicancias que tiene este problema de salud pública que se sigue registrando en comunas de la provincia.

La hidatidosis o equinococosis quística es una infección que se origina en las personas producto de un parásito llamado Echinococcus granulosus. Esta infección entra en la categoría de las zoonosis, ya que es transmitida desde los animales al ser humano: "Es una infección de animales que accidentalmente termina en las personas (...) Este es una infección cuyo hospedero final es el perro, sin embargo, como hospederos intermediarios, hay distintos animales en los cuales las ovejas son los más importantes. El ser humano es un accidente dentro de este ciclo de vida del parásito", explicó el entrevistado.

Al hablar de su transmisión, el Dr. Guzmán señaló que la hidatidosis se transmite por la ingesta del huevo de este parásito: "El ser humano para contagiarse necesita ingerir el huevo y esto puede ser a través de aguas contaminadas, por manipulación de materia fecal de perros o por la convivencia con perros que pueden estar contaminados (...) La recomendación fundamental es que tengan mucho cuidado con su higiene de manos, posterior al manipular a sus animales y antes de manipular alimentos, que haya un buen lavado de manos y que haya un buen sistema de eliminación de las heces de los animales".

"La verdad es que las personas que tienen más riesgos son las personas que trabajan con ganado ovino y adicionalmente tienen animales como perros, porque las ovejas son el principal intermediario en este ciclo de vida del parásito (...) Si bien, el perro termina siendo el transmisor final, suele ser una enfermedad asociada a esta actividad laboral. Dicho eso, efectivamente, los perros callejeros o del domicilio pudieran accidentalmente contaminarse y transmitir la enfermedad a personas consideradas de bajo riesgo", complementó el infectólogo.

DIAGNÓSTICO

Tal como asegura el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP), el desarrollo de la enfermedad en el organismo de las personas suele ser asintomático, no obstante, existen métodos que permiten dilucidar la presencia de este parásito en el paciente: "Una forma de diagnóstico es evaluar la presencia de dolor producto del crecimiento de un quiste, algunas manifestaciones pueden estar asociadas a la obstrucción de algún órgano fundamental como, por ejemplo, la obstrucción de la bilis, de un riñón o del pulmón, siendo este último donde la persona empieza a tener cansancio y dificultad para respirar".

Otro de los métodos utilizados por la medicina actual es la imagen: "Esta es una evaluación fundamental, ya que la mayoría de las veces sucede un diagnóstico accidental. Por ejemplo, la persona se hace un rayo X o una ecotomografía y se encuentra con que tiene un quiste de grandes magnitudes en el organismo".

"Está también el diagnóstico etiológico que es la demostración final del parásito y eso se hace por dos técnicas distintas, por un lado, se hacen serologías, es decir, métodos indirectos que aplican anticuerpos contra el parásito para descubrir si hay una infección, por otro lado, se puede evidenciar el parásito en el líquido que está contenido dentro de ese quiste", añadió el Dr. Guzmán.

¿EXISTE CURA?

Ante la duda el especialista aseveró que "esta es una enfermedad para la cual no hay prevención por vacuna", sin embargo, "tiene cura. Su tratamiento consta de dos momentos fundamentales. Uno es cirugía, dependiendo del tamaño del quiste, más de cinco centímetros debería operarse, menos de cinco centímetros se puede dar tratamiento médico (...) La otra opción es el drenaje por punción, que se realiza con una aguja más la aplicación de antiparasitario en la cavidad del quiste".

Finalmente, al referirse al panorama actual de esta enfermedad dentro del territorio nacional, el Dr. Alfonso Guzmán comentó que: "Argentina, Chile, Uruguay y Brasil hacia el sur tienen aumento de equinococosis (...) Es una enfermedad que en Chile genera investigación de cerca de 500 casos sospechosos (...) De esos 500 casos que se investigan como sospechosos terminan confirmándose entre 200 y 250. Es una enfermedad que hay que saber diagnosticar y que hay que estar pendiente, puesto que para la Organización Mundial de la Salud y para la OPS es una enfermedad que requiere atención para tratar de eliminarla".

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