Los cigarrillos electrónicos son aparatos utilizados para la inhalación de vapor, con o sin nicotina, que en un principio se popularizaron por ser una alternativa a los cigarrillos tradicionales. Estos dispositivos consisten en un pequeño depósito o cartucho que contiene un líquido que puede estar provisto de nicotina, propilenglicol, glicerina, saborizantes, entre otros compuestos químicos. Después, mediante un sistema electrónico, vaporiza la mezcla que es inhalada por el usuario.
Sin embargo, a pesar de considerarse como una alternativa, entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten que las emisiones de los cigarrillos electrónicos generalmente contienen nicotina y otras sustancias nocivas, tanto para los usuarios como para los no usuarios expuestos a los aerosoles ajenos. Se destacó, incluso, que "se ha encontrado que algunos productos de los que se afirma que carecen de nicotina contienen nicotina".
Tal es el panorama que durante este año Venezuela fue el octavo país en sumarse al listado de países americanos que prohíben los cigarrillos electrónicos. Destacando entre ellos Argentina, Brasil, México, Nicaragua, Panamá, Suriname y Uruguay.
En el caso de Chile, la Ley N°19.419 que regula las actividades relacionadas con el tabaco, no considera a los SEAN (Sistema electrónico de administración de nicotina) y SESN (Sistema electrónico sin nicotina), como productos del tabaco.
De esta forma, los productos sucedáneos como son los denominados "cigarrillos electrónicos o vapeadores" pueden ser comercializados a menores de edad pese a que sus efectos sobre la salud aún no están del todo claros.
El 14 de mayo de 2019 ingresó oficialmente a discusión un proyecto de ley que regula la venta, publicidad y consumo de cigarrillos electrónicos, además de prohibir su venta a menores de edad. A pesar de ser aprobado por el Senado en octubre de este año, aún no ha sido promulgado como ley.
LA REALIDAD CHILENA
Con el objetivo de evaluar rotulación, descriptores, presencia de nicotina, cumplimiento de regulación, estándares de calidad y riesgos a los que están expuestos los consumidores que adquieren este tipo de productos, el Sernac (Servicio Nacional del Consumidor) publicó recientemente el documento titulado "Diagnóstico del mercado de cigarrillos electrónicos y vapeadores en Chile".
Dentro de los resultados más destacados, de un total de 558 cigarrillos electrónicos o vaporizadores, conformada por 16 empresas comercializadoras, correspondiente a 56 marcas de productos; el Sernac dio cuenta que un 100 % de los productos analizados carecen de Registro Sanitario, incluyendo aquellos que declaran abiertamente contener nicotina.
En cuanto a los usuarios de estos productos, el estudio revela que el 65,9% de los encuestados utilizan productos de vapeo como una alternativa para dejar de fumar cigarrillos tradicionales, "lo que constituiría una indicación terapéutica, y que refleja un propósito de reducir o eliminar el consumo de tabaco y optar por una opción potencialmente menos perjudicial, como los productos de vapeo".
Asimismo, la gran mayoría de este grupo señala no haber experimentado problemas de salud asociados al uso de cigarrillos electrónicos, pero existe una minoría que ha experimentado efectos secundarios y algunos participantes pueden no estar seguros de los efectos producidos.
Entre los resultados que el 74 % de los participantes manifestó estar a favor de una mayor investigación y/o regulación relacionada con los cigarrillos electrónicos y vapeadores. "Esta opinión puede basarse en la necesidad de recopilar más información sobre los efectos a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos en la salud, así como en la importancia de establecer normativas claras para garantizar la seguridad y calidad de los productos", comenta la entidad.
CONCLUSIONES DEL ESTUDIO
Según los investigadores, "la situación actual del mercado de vapeadores y cigarrillos electrónicos en Chile presenta ciertas particularidades y desafíos en cuanto a su regulación y los posibles riesgos asociados a su compra y consumo. En primer lugar, es importante destacar que aún no se aprueban las modificaciones a la Ley del tabaco, la cual se encuentra en tercer trámite constitucional. Esto representa un riesgo potencial para la seguridad de los consumidores, permitiendo la comercialización de productos potencialmente con baja calidad e inseguros en el mercado, además de contribuir a la presencia de información insuficiente o poco clara en las etiquetas de los productos de vapeo, lo que dificultaría a los consumidores tomar decisiones informadas sobre su compra y uso, y podría además promover una competencia desleal entre proveedores que intentan cumplir con altos estándares y aquellos que no".
Por otro lado, "es importante fomentar la investigación científica sobre los efectos en la salud de los cigarrillos electrónicos, ya que actualmente la evidencia es limitada y existen posibles riesgos y efectos adversos que deben ser estudiados en profundidad. Esto permitirá tener una visión más completa. Asimismo, es esencial promover campañas de concientización sobre los riesgos asociados al uso de estos dispositivos, especialmente dirigidas a los jóvenes y no fumadores, con el objetivo de prevenir el inicio del consumo".
El informe será remitido a las autoridades que, por su expertise y facultades, puedan contribuir al desarrollo y/o regulación de este mercado, como el Ministerio de Salud y el Instituto de Salud Pública