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En ediciones anteriores de diario La Tribuna, el Dr. Alex Escalona, cirujano digestivo y jefe del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, profundizó en los alcances de la cirugía bariátrica, una intervención quirúrgica enfocada en mejorar la calidad de vida de los pacientes con obesidad, que además sufren enfermedades complementarias.
Durante la conversación, el especialista fue enfático en señalar que "las cirugías para la obesidad son procedimientos quirúrgicos que están evaluados y validados desde hace varios años (...) Son una muy buena alternativa, porque han demostrado una baja significativa en pocos meses y una posibilidad de que ese peso se mantenga en el tiempo durante muchos años, lo que viene siendo una mejoría de la expectativa de vida de las personas que se operan".
Lo anterior lo manifestó junto con hacer hincapié en que "no es una cirugía estética y me parece que es un error de concepto cuando se habla de cirugía por obesidad, si bien es cierto las personas que bajan de peso con cirugía pueden tener una mejoría en su aspecto físico, en su auto imagen o su seguridad, el objetivo de esta cirugía no es ese".
RECIENTE ESTUDIO
Hace pocos días la Sociedad Chilena de Obesidad (Sochob) dio a conocer los resultados de un estudio internacional que evidenció el rol de la semaglutida en pacientes que no responden a la cirugía bariátrica.
La investigación consideró un universo de 111 adultos con obesidad grave, definida como un IMC de 40 kg/m2 o superior, que recibieron 2,4 mg de semaglutida una vez a la semana durante 24 semanas de abril a octubre de 2022.
En cuanto a la distribución de los pacientes, el grupo incluyó a 36 adultos que previamente se sometieron a cirugía bariátrica y tuvieron una pérdida de exceso de peso inferior al 50 % a los 18 meses o recuperaron peso después de la cirugía, y 75 adultos sin antecedentes de cirugía bariátrica.
RESULTADOS MÁS RELEVANTES
Según deja en evidencia la publicación realizada en la revista Obesity, los adultos que se sometieron previamente a cirugía bariátrica lograron una pérdida de peso del 9,8 % y una pérdida de exceso de peso del 23,2 % desde el inicio hasta las 24 semanas. Por su parte, los adultos sin antecedentes de cirugía bariátrica perdieron el 8,7 % de su peso y lograron una pérdida de exceso de peso del 19,7 % a las 24 semanas.
Además, a las 24 semanas, el 72 % del grupo de cirugía bariátrica perdió al menos el 5 % de su peso corporal, el 36 % logró al menos una pérdida de peso del 10 % y el 8 % del grupo perdió el 15 % o más de su peso. Las cifras fueron similares en el grupo sin antecedentes de cirugía bariátrica, con un 62 % perdiendo un 5 % o más de peso corporal, un 31 % del grupo perdiendo al menos un 10 % de su peso y un 8 % del grupo logrando un 15 % o más de pérdida de peso a las 24 semanas.
En palabras de Antoine Avignon, docente de nutrición en la Universidad de Montpellier y jefe del departamento de nutrición y diabetes del Centro Hospitalario Universitario de Montpellier en Francia: "La semaglutida es una excelente alternativa en pacientes en los que la cirugía bariátrica ha fracasado (...) Su efectividad en este caso es la misma que en pacientes que no han sido operados. Definitivamente debería intentarse antes de considerar una segunda cirugía".
Es importante señalar en que este punto que cualquier tratamiento debe ser supervisado e indicado por un profesional de la salud, ya que la automedicación es un factor de riesgo para las personas.
PANORAMA NACIONAL
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), Chile se encuentra en una situación de alta prevalencia de factores de riesgo para enfermedades no transmisibles y baja en factores protectores.
Una realidad que se dimensiona al considerar que los datos recopilados dan cuenta que solo un 15 % de la población nacional consume al menos cinco porciones de fruta y verduras diariamente. Por el contrario, un 11,7 % mantiene un consumo riesgoso de alcohol y un 33,3 % mantienen hábito tabáquico.
Asimismo, el sobrepeso y la obesidad ascienden hasta un 71 % de la población total del país, según el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, lo que va de la mano de hábitos como el sedentarismo que alcanza una prevalencia cercana al 86,7 %.
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