En marzo, el Colegio Médico de Chile reveló el ganador del Premio Nacional de Medicina 2024, distinción que recayó en el Dr. Jorge Rojas Zegers, fundador de la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem).
El nombramiento se dio a conocer en una ceremonia a la que asistieron distintas personalidades del gremio que, a través de una votación compuesta por un jurado, otorgaron este galardón que se reparte cada dos años y que es considerado como el máximo reconocimiento para los médicos y médicas de Chile.
"Muchas gracias al jurado por pensar en mí para este premio que es tan trascendente a nivel nacional e internacional. Lo hermoso de esto es poner en el centro al ser humano", señaló Jorge Rojas tras el reconocimiento.
PERO, ¿QUIÉN ES JORGE ROJAS?
El doctor Jorge Rojas Zegers es un médico cirujano y reconstructivo de vasta trayectoria en Chile. Es conocido por ser el fundador de Coaniquem, institución privada sin fines de lucro creada en 1979 enfocada en "rehabilitar integralmente y de manera gratuita al niño y adolescente con quemaduras y otras cicatrices", según sostienen en su página web.
Para conocer sus impresiones tras esta condecoración, el médico subespecialista en las áreas de cuidado y rehabilitación de quemaduras y de malformaciones craneofaciales brindó una entrevista a Radio San Cristóbal, donde se refirió también a la Ley 19.680 que prohíbe el uso particular de fuegos artificiales, donde fue uno de sus impulsores.
ENTREVISTA
-Primero que todo doctor, ¿cómo se siente usted tras recibir el Premio Nacional de Medicina 2024?
Es una gran alegría. Recibir una distinción de este tipo sobre todo cuando proviene de tus propios pares es un motivo de mucha alegría. Fue una tremenda sorpresa que me llamara el presidente del jurado a contarme que había ganado este premio, el cual lo recibo con enorme humildad y alegría.
-¿En qué día se realizará la ceremonia en la que se le entregará su premio?
Fueron muy generosos los miembros del jurado, porque me dijeron que ‘si usted va a celebrar los 45 años de Coaniquem el miércoles 24 de abril, queremos entregarle el premio el martes 23’. Entonces, vamos a tener tres días seguidos de fiesta: primero la entrega del premio en el Instituto de Chile; al día siguiente celebramos los 45 años de Coaniquem con un homenaje a los directores de los Servicios de Salud y al día siguiente tenemos la fiesta del personal.
-Respecto a la labor que ejerce Coaniquem en el país, ¿cómo cree que ha impactado esta institución en la sociedad?
Coaniquem da una atención integral y enteramente gratuita. Nosotros recibimos a niños y adolescentes hasta los 20 años de edad de cualquier cicatriz, no solamente de quemaduras, y cualquier persona puede requerir a Coaniquem. Hemos llegado a muchas personas, 150 mil niños y jóvenes en 45 años se han rehabilitado en Coaniquem, con una atención que es cada vez más creciente en calidad y cantidad de profesionales y de infraestructura y equipamiento.
-Doctor, ¿cómo las personas pueden aportar con Coaniquem?
Pueden colaborar con nuestra coordinadora de Los Ángeles que es Lorena Castillo, vayan al sitio coaniquem.cl y ahí están todos los datos de ella, que estará realizando la colecta. Además, pueden hacerse socios cooperadores.
-En caso de una emergencia por quemadura, ¿cómo se puede recurrir a Coaniquem?
Tenemos un chat el ‘SOS Coaniquem’ que su número es el +56934319987, si alguien se quema escribe a ese chat y de forma inmediata una enfermera de Coaniquem lo contactará por llamada de WhatsApp para una orientación.
-Sabemos que usted fue promotor de la ley que prohíbe el uso particular de fuegos artificiales. ¿Cómo fue que se gestó este marco legal?
Cuando una institución va creciendo y adquiriendo conocimientos profundos de una determinada patología como el caso de las quemaduras, se da la condición para que podamos tener incidencia pública. ¿Qué fue lo que ocurrió? Nosotros notamos que iba subiendo la cantidad de quemados por fuegos artificiales. Entonces creamos un sistema de notificación que se llama ‘Vigilancia Epidemiológica de Quemaduras por Fuegos Artificiales’ y con esos datos empezamos una carrera para convencer al parlamento y al Ministerio de Salud para que se dicte una ley al respecto. Fue así que en el año 2000 en las instalaciones Coaniquem logramos que se promulgara esta ley.