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Según datos actualizados del sitio chilepaisdonante.minsal.cl del Ministerio de Salud, dos mil 234 personas esperan por un órgano en Chile.
Quienes encabezan esta lista son los pacientes que requieren de un trasplante renal, con mil 875 personas, seguido de 254 que necesitan un hígado; 57 un pulmón; 27 un corazón y 21 un páncreas.
Esto dice relación con que "hay menos enfermos de patologías no renales que llegan al trasplante. Tiene mucho que ver con el sub diagnóstico de las patologías que podrían llevar a una persona a requerir un trasplante para mejorar, porque ese tipo de donantes son un poco más difícil de conseguir y, por otro lado, los tratamientos de estas personas son mucho menos visibles que las terapias que requiere un paciente que está en lista de espera de trasplante renal. Los riñones son siempre los que tienen un mayor número de pacientes en espera", explicó la enfermera jefe de procuramiento y trasplante de Clínica Universidad de los Andes, Elizabeth Galdames.
El proceso que permita conseguir un órgano para concretar el trasplante comienza con el procuramiento; esto es, "el proceso que lleva a conseguir, finalmente, que una persona que puede ser donante sea un donante efectivo. Eso quiere decir que entra a pabellón a la cirugía de procuramiento y extracción de los órganos que se van a utilizar, posteriormente, en el trasplante", relató Galdames.
Al respecto, la enfermera explicó que se habla de proceso porque, muchas veces, las personas creen que solo se trata de la cirugía; sin embargo, el procuramiento en sí mismo es el proceso que se inicia cuando el posible donante es detectado, a través de un seguimiento.
Posterior a ello, viene la conversación con la familia para, concretar la extracción de los órganos para el paciente que lo requiere y concretar, finalmente, la cirugía de trasplante.
Galdames explicó que -actualmente- hay una gran variedad de órganos y tejidos que se trasplantan en el mundo. En el caso de Chile, un paciente puede requerir un trasplante de órganos cuando padece de una enfermedad crónica cuyo avance va hacia la terminalidad y funcionamiento del órgano.
Las listas de espera, según el órgano que se requiere, se dividen en órganos renales y no renales; en el caso de los riñones, "tienen un tipo de asignación del órgano distinta a los otros porque los otros órganos son de índole vital, mientras que los riñones tienen una sustitución que puede mantener con vida a los pacientes", relató la enfermera jefe de procuramiento y trasplante de Clínica Universidad de los Andes.
En el caso del corazón, el pulmón y el hígado se rigen por varios criterios que tienen que ver con la gravedad del paciente. "Cada uno tiene criterios de gravedad que son propios del órgano y, entre medio de esos criterios, se arreglan en ciertos estatus los pacientes y van ordenándose dentro esa misma lista, en relación al momento en que entran los pacientes a lista de espera", explicó la profesional.
Asimismo, añadió que las listas de espera son bien versátiles, en el sentido de que -en el caso del pulmón, corazón e hígado- son órganos que requieren cierta compatibilidad, no solo de grupos sanguíneos sino que también de fisionomía del paciente. Una relación cercana al peso-talla, principalmente.
Al respecto, "puede que un paciente esté menos grave que otro en cuanto al puntaje pero es más compatible en cuanto al peso-talla; entonces, por eso puede que un paciente de abajo se trasplante antes pero, obviamente, cuando hay un órgano que se tiene que reasignar a algún paciente, siempre se parte por los criterios de gravedad", añadió la enfermera.
En el caso del riñón es distinto, ya que dependerá de la compatibilidad entre el donante y receptor; éste es el factor que marca la asignación renal.
Desde hace unos años, la Ley de Trasplante establece que todos los chilenos mayores de 18 años son donantes, a menos que -en vida- expresen lo contrario; esto último debe ser a través de un escrito firmado ante notario, el cual es enviado al Registro Civil para, posteriormente, ser subido a una plataforma que lleva por nombre "Registro Nacional de No Donantes".
Por otra parte, el procedimiento en el cual se le conversa a la familia es una comunicación de donación; este proceso involucra mostrarle a la familia que existe un registro que dice que su familiar es donante pero, de todas maneras, se considera en cuenta la opinión de la familia porque -por todo lo de la duda fundada- finalmente pueden decidir si dona o no los órganos de su ser querido, considerando -incluso- sus creencias.
Respecto a los beneficios para una persona que recibe un trasplante, "no te puedo describir en una palabra cómo cambia la vida de los pacientes. He participado en muchas cirugías, he educado a muchos pacientes, he estudiado a muchos pacientes y creo que se parece mucho a cuando uno tiene un hijo, nunca he visto otro milagro tan grande como el trasplante", expresó la especialista.
Asimismo, agregó que la vida del paciente cambia considerablemente, no solo en cuanto a calidad sino que también respecto a la cantidad de tiempo que viven después de recibir el nuevo órgano.
"Son personas que pueden reinsertarse en la sociedad, siendo ciudadanos que pueden ser valiosos para su comunidad y, finalmente, pueden hacer una vida lo más parecida a la normal posible", puntualizó Galdames.
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