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El 21 de septiembre pasado, se conoció la noticia sobre la muerte de Mario Gómez, uno de los 33 mineros rescatados de la mina San José en 2010.
Gómez tenía 74 años y padecía de fibrosis pulmonar y silicosis, enfermedad común en aquellas personas que se dedican a la minería y era oxigeno dependiente debido a un daño en sus pulmones a consecuencia de esta última afección. Pero, ¿en qué consisten estas patológicas?
La fibrosis pulmonar idiopática "es una enfermedad pulmonar intersticial, fibrosante, progresiva y fatal de causa desconocida. Su progresión se caracteriza por dificultad respiratoria (disnea), que limitará la capacidad de ejercicio y limitará la calidad de vida del usuario que la padece. Las tasas de mortalidad pueden ser altas", explicó el especialista en Kinesiología Cardiorrespiratoria y académico de la carrera de Kinesiología de la Universidad San Sebastián, kinesiólogo Ricardo Arriagada.
Su origen, explicó el especialista, puede deberse a alteraciones genéticas que condicionan su aparición.
Como posibles factores de riesgo se encuentran el tabaquismo, la exposición a polvo de metal o de madera, las actividades agrícolas, los peluqueros, cortadores o pulidores de piedras y exposición a ganado y a polvos vegetales o animales.
Asimismo, Arriagada sostuvo que es una patología que predomina en hombres mayores de 60 años.
El diagnóstico puede ser confirmado por un equipo médico compuesto por un broncopulmonar, imagenológico y patológico, a través de hallazgos en el examen físico, la imagenología de tórax, específicamente la tomografía axial computarizada y, en algunos casos, a través de biopsia pulmonar.
Uno de sus principales síntomas es la tos persistente, generalmente de meses de evolución y, muchas veces, instalada después de un cuadro respiratorio agudo. Cabe hacer presente que el tabaquismo se encuentra en la mayoría de las personas que son diagnosticadas con esta enfermedad.
La fibrosis pulmonar es una enfermedad que limitará -de forma progresiva- la calidad de vida del paciente, restringiendo su participación social "hasta mermar las actividades más básicas de la vida diaria; esto, por la aparición precoz de dificultad respiratoria ante mínimos esfuerzos y puede ser mortal a corto plazo", añadió el académico.
Asimismo, expresó que el tratamiento farmacológico debe ser prescrito y supervisado por el médico e irá en línea con intentar disminuir síntomas y mejorar la sobre vida del paciente.
"Desde el punto de vista no farmacológico, la suspensión del tabaco y la rehabilitación respiratoria bajo prescripción kinesiológica mejorará la calidad de vida del paciente que padece fibrosis pulmonar. En casos seleccionados, el trasplante pulmonar será una alternativa donde la experiencia mundial y de varios centros en Latinoamérica demuestra que la sobrevida del trasplante pulmonar en pacientes con fibrosis pulmonar es 50-60% a los cinco años", detalló Arriagada.
Respecto a la esperanza de vida de una persona que padeces fibrosis pulmonar, el especialista explicó que diversas publicaciones confirman una sobrevida media -desde el diagnóstico- de tres a cinco años.
Sin embargo, "la mayoría de los pacientes evolucionan con una gradual y progresiva pérdida de función respiratoria a través de los años. Una mínima proporción de paciente tiene una evolución extremadamente rápida y existe también un grupo menor que evoluciona muy lentamente", puntualizó Arriagada.
La silicosis, en tanto, es una enfermedad pulmonar que se produce básicamente al inhalar polvo de sílice.
"Este polvo de sílice se encuentra principalmente en las minas o trabajos que tienen que ver con piedras, donde se libera este polvillo, por lo que se clasifica como enfermedad laboral", explicó la jefa de la Unidad de Enfermedades Respiratorias de la Clínica Alemana, Dra. Georgina Miranda.
Asimismo, explicó que esta patología produce alteraciones inflamatorias en los tejidos del pulmón, "especialmente en el intersticio pulmonar, en una primera etapa y, posteriormente, puede evolucionar -incluso- a la fibrosis pulmonar y a una insuficiencia respiratoria. Cuando es muy avanzada puede causar la muerte a consecuencia de una insuficiencia respiratoria", sostuvo Miranda.
La silicosis afecta -principalmente- a trabajadores de la minería, de la construcción, de fundiciones y fábricas de vidrios y cerámica, ya que al laborar estos materiales se libera este polvillo de sílice.
La profesional de la salud explicó que es posible diagnosticar esta patología a través de exámenes preocupacionales.
De igual forma, ocurre que pacientes que no trabajan bajo el alero de empresas acreditadas o lo han hecho por su cuenta, son diagnosticados con esta enfermedad en etapas más tardías.
Los síntomas de la silicosis son dificultad respiratoria o disnea, tos crónica que es aquella mayor a tres semanas y, en etapas más avanzadas, puede haber incluso baja de peso.
La silicosis no tiene tratamiento específico; "el punto principal acá es la prevención, con utilización de mascarillas especiales en las labores de riesgo", detalló la experta.
En general, el pronóstico de vida de una persona que padece esta patología dependerá del momento en el que se confirme el diagnóstico.
Si éste se hace en forma precoz, "podemos evitar que el paciente siga expuesto y, muchas veces, es causa de jubilación anticipada. Si se diagnostica en forma tardía, muchas veces se comporta como una fibrosis pulmonar; o sea, con progresión de la enfermedad, en donde los tratamientos antifibrióticos no están aprobados y, muchas veces, hay que dejar tratamientos paliativos como oxigenoterapia o rehabilitación pulmonar y, en casos excepcionales, puede ser causa de trasplante de pulmón como solución definitiva", puntualizó Miranda.
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