En un viaje a través de los sabores del mundo, nuevamente nos encontramos en el punto de partida, conociendo las historias de quienes buscan un espacio dentro de la comunidad angelina, nos han mostrado sus vidas y a la vez, relatado aquellos hechos relevantes en su día a día, que logran generar un sabor diferente en aquellos que deciden atreverse a probar cosas nuevas.
Es sabido que la mejor publicidad es la hablada, pero en este minuto, debemos discrepar. Ya que para poder conocer a fondo estos sabores del mundo, es necesario probar. Partimos en búsqueda de una degustación, un toque de aquellos momentos de encuentro que genera la comida. Qué mejor que de la mano de quienes son los protagonistas de estos restaurantes y dan vida a una nueva perspectiva gastronómica.
Es importante destacar, que no siempre es necesario tener un local físico para conocer parte de la comida típica de un país, como es el caso de algunos de nuestros entrevistados. Ya que, al llegar de una forma diferente a otros inmigrantes, dan a conocer sus sabores desde su casa, sus relatos y aquella nostalgia del hogar que dejaron.
UN TOQUE ASIÁTICO
En la esquina de Balmaceda con avenida Gabriela Mistral, se ubica uno de los locales que ofrece en Los Ángeles gastronomía china con una amplia carta de productos con elementos típicos de la cultura del gigante asiático. Cuentan con menús para varias personas y platos individuales.
Para conocer parte de la cultura de su país, además de la arquitectura, decoración, sabores y personal, cuentan con un apartado en su página web, en donde hacen una recopilación de los principales monumentos y leyendas de su país de origen. Para conocer más de China junto al restaurante.
De acuerdo con diversas opiniones de páginas de calificaciones culinarias, este restaurante presenta diversas características, como, por ejemplo, su atención y utilización de ingredientes, que responde a su legado en la capital de la provincia.
GASTRONOMÍA HAITIANA
Si bien no existe un local físico de este tipo de comida, es importante recalcar su llegada al país. Como es sabido, la llegada de los haitianos a nuestro país, y, sobre todo, a la ciudad no ha sido fácil. A diferencia de venezolanos o peruanos, una de las grandes barreras que han presentado es el idioma. Pese a que el francés pertenece a las lenguas romances y se asemeja en algunos aspectos al español, su dialecto, el creole, difiere en muchas áreas con la cultura del castellano, sobre todo en una diversificación tan grande del idioma como en Chile.
Pero esto es parte de un estereotipo. Este pueblo es mucho más que las impresiones demográficas que pueden apreciarse desde lo superficial, es un país con cultura, sobre todo por su curiosa gastronomía. Innovando con productos como la fruta, carne y pescados, Haití nos entrega platillos como el ragú de carne a la jardinera o plátano merengado. Su plato típico es el Joumou, que esconde, además, una tradición.
Consiste en una sopa de zapallo con verduras y carne, con trozos de pan en la parte de arriba, y aunque puede ser preparada en otras ocasiones, es utilizada para dar la bienvenida al nuevo año. Por lo general, se toma al desayuno. Otro de los platos nacionales es el Griot, preparado con cerdo y frutas cítricas, que primero es cocinado al fuego y luego freído.
Muchas de estas recetas abundan el internet, lo importante es comprender que el pueblo haitiano llegó para quedarse y de a poco, se puede incorporar sus peculiares preparaciones a la cocina chilena. En sí, derribar barreras también consiste en probar cosas nuevas, sobre todo cuando se trata de comida.