Tres consejos para mantener una alimentación saludable en invierno

Mantener una alimentación equilibrada y saludable pareciera ser una meta más difícil en invierno. Y es que el frío suele provocar que nos inclinemos por opciones de alimentos más calóricos, lo cual sumado a la menor actividad física, ya sea por bajas temperaturas, lluvias o menos horas de luz, puede repercutir negativamente en nuestro correcto balance nutricional.

Pero, ¿qué podemos hacer para que nuestros hábitos estos meses no se traduzcan en un aumento de peso? Ximena Rodríguez, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), nos comparte tres consejos para poner en práctica y lograr mayor bienestar este invierno.

Dale prioridad a estos alimentos. Comer ensaladas frescas no es tan fácil en temporada de frío, pero eso no significa que debes eliminar las verduras de tu dieta, ya que estas son ricas en antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra. Una excelente idea es cambiar su preparación a platos calientes como tortillas, guisos y budines que entregan sensación de calor. Las legumbres son otro excelente aliado, pues generan la idea de aumento de temperatura al mismo tiempo que aportan fibras y proteínas esenciales para el organismo. Por último, procura incluir pescado en tu menú al menos dos veces por semana. Puede ser en lata, fresco o congelado y siempre comparando precios.

Atención con las colaciones y la hidratación. Es natural que a lo largo del día tengamos ganas de un snack. Para eso, la mejor alternativa son los frutos secos, en cantidades moderadas,  porque aportan grasas de buena calidad y contienen un alto porcentaje de proteínas. Junto con eso, no debemos dejar de mantenernos hidratados, pues nuestro cuerpo necesita mucha agua independiente sea invierno o verano. Si bien está presente en muchos alimentos, también debes tomarla directamente para regular de buena manera la temperatura corporal y favorecer una mejor concentración, entre muchas otras funciones que cumple este vital elemento.

Evita los errores más típicos. Es muy común que las personas se salten comidas lo que termina alterando el estado nutricional. Se deben respetar los horarios de alimentación y, para eso, puedes usar un calendario semanal donde planifiques opciones de almuerzo y cena variadas y sanas. Otra conducta incorrecta es no comer las cantidades suficientes, pues eso provoca desajustes en los patrones de saciedad y termina impactándonos negativamente. Por último, cuida no aumentar el consumo de preparaciones fritas clásicas de estos meses, como las sopaipillas o los calzones rotos, pues contienen demasiadas calorías y grasas.