Dirección: Jesse Eisenberg
Guión: Jesse Eisenberg
Música: Tzvi Erez
País: Estados Unidos / Polonia
Duración: 90 min.
Productora: Topic Studios
David, interpretado por Jesse Eisenberg y Benji, interpretado por Kieran Culkin, son dos primos estadounidenses de origen judío que deciden viajar a Polonia tras la muerte de su abuela. El objetivo es conocer la casa donde ella vivió antes de la Segunda Guerra Mundial y conectarse con sus raíces familiares. Durante el viaje, se unen a un tour sobre el Holocausto, lo que los lleva a confrontar no solo la historia de su familia, sino también sus propias diferencias y conflictos internos.
Dirigida por Jesse Eisenberg, en su doble rol de director y protagonista, ofrece una narrativa que oscila entre la comedia y el drama, logrando un equilibrio que invita a la reflexión sin perder el sentido del humor. A través de un viaje a Polonia que sirve como catalizador para que ambos personajes enfrenten no solo la historia de su familia, sino también sus propias inseguridades y conflictos no resueltos. La decisión de unirse a un tour sobre el Holocausto añade una capa adicional de profundidad, confrontándolos con la magnitud de la tragedia histórica y su impacto en la identidad judía contemporánea.
Eisenberg maneja con destreza el delicado equilibrio entre el humor y el respeto hacia la memoria histórica. La película no evita las ironías inherentes al "turismo del Holocausto", pero lo hace sin caer en la trivialización. Las actuaciones son otro punto fuerte de la película. Kieran Culkin brilla en su papel de Benji, aportando una energía y vulnerabilidad que complementan perfectamente la interpretación más contenida de Eisenberg como David. La química entre ambos actores es palpable, lo que añade autenticidad a la relación entre los primos y enriquece la narrativa.
Visualmente, la película aprovecha las locaciones en Polonia para crear una atmósfera que refleja tanto la belleza como la melancolía del pasado. La cinematografía captura paisajes y escenarios que sirven como telón de fondo para la introspección de los personajes, mientras que la música añade una capa emocional que complementa la narrativa.
En conclusión, "Un dolor real" es una película que, a través de su mezcla de humor y drama, ofrece una mirada introspectiva sobre la identidad, la memoria y las relaciones familiares. Aunque puede tener algunas limitaciones en su ejecución, las sólidas actuaciones y la narrativa reflexiva la convierten en una obra que merece ser vista y contemplada.
Crítica de cine por:
Leonardo A. Ramiro Reyes
Diplomado en Cine e Historia
@leoramiro
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