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El mal funcionamiento de un artefacto de calefacción sería, preliminarmente, la causa del incendio que cobró la vida de dos adultos mayores, de 89 y 91 años, en el sector de Ciudades de Chile en Los Ángeles, según lo indicaron desde la Policía de Investigaciones (PDI) quienes buscan esclarecer las causas.
A raíz de este hecho, y haciendo frente a la temporada de otoño e invierno 2024 cuando el uso de estufas y calefactores se hace más común, el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles, Raúl Márquez Marnich, entregó algunas indicaciones y recomendaciones clave para evitar y mitigar la ocurrencia de este tipo de siniestros.
"En primer lugar señalar que obviamente acompañamos en el dolor a los familiares de estos dos adultos mayores, sin embargo, tenemos que tener en cuenta que las emergencias en general no son posibles de evitar en un 100% porque los riesgos siempre van a existir. Lo que sí podemos hacer, es que al adoptar ciertas medidas se puede mitigar en algunos casos esos riesgos", señaló la autoridad.
Para reducir entonces este tipo de incendios estructurales que proliferan de mayor forma en la temporada de invierno debido al poco o nulo mantenimientos de los sistemas de calefacción, el superintendente entregó algunas recomendaciones para evitar estos hechos y cuidar la vida de las personas.
El superintendente de bomberos, advirtió que "cuando uno tiene sistemas de calefacción, lo mínimo de lo que uno debe preocuparse antes de utilizarlos, es el estado en el que estos se encuentran".
En el caso de las estufas a combustión lenta o chimeneas, o aquellas cuyo combustible es la leña, una de las mayores preocupaciones que se debe tener es la limpieza de los ductos de extracción de los gases que se producen en la combustión, es decir, el humo.
"Pero además de la limpieza, también me debo preocupar del estado de esos ductos y en qué condiciones están. En términos simples, los cañones de las estufas a combustión lenta son dobles, uno por dentro y uno por fuera, cuando el cañón que va por dentro que es el que recibe la mayor parte del humo caliente, con el tiempo va sufriendo daños llegando en algunos casos a descascararse, por lo tanto l radiación calórica es mucho más directa hacia los materiales colindantes, por ejemplo el techo de una vivienda", explicó Márquez.
Por otra parte, en el caso de los sectores rurales donde se pueden ver con mayor frecuencia, es el uso de braseros que son de combustión abierta. "El riesgo que nosotros tenemos con los braseros, aparte de que se pueden dar vuelta, es la emanación de monóxido de carbono que toda combustión produce, y que puede producir una intoxicación por la disminución de oxígeno en el ambiente, lo que puede llegar a causar la muerte si no hay una correcta ventilación", afirmó la autoridad bomberil.
Otro de los artefactos que más se utilizan durante este periodo son las estufas de kerosene o parafina como también se les conoce, y que tiene la cualidad de que al utilizar este líquido combustible que no es inflamable, sin embargo, al tener características de alta temperatura, logra convertirse en un peligro de inflamación con respecto a otros materiales cercanos.
"Aparte, debo tener la precaución de retirar el estanque donde se almacena el combustible y en lugar más apartado volver a rellenarlo con las condiciones de seguridad apropiadas para evitar una inflamación. También se debe tener la precaución de que estas estufas emiten gases, por lo tanto se debe tener una correcta ventilación del espacio", informó.
En cuanto a las estufas que funcionan con energía eléctrica, la principal recomendación es tener cuidado con que la capacidad de consumo que tiene la estufa, sea adecuada para la instalación eléctrica que exista en el hogar, a fin de disminuir el riesgo de sobrecarga eléctrica.
"Si yo empiezo a generar un sobreconsumo, lo que va a producir es que eventualmente se genere un recalentamiento de conductos eléctricos, y ese recalentamiento de conductos eléctricos puede generar un incendio", afirmó le superintendente. También aseguró que se recomienda verificar el estado de los cables de conexión de la estufa, así como del tomacorrientes que se encuentren en buen estado.
Por otro lado, las estufas a gas también generan una generación de gases por lo que hay que asegurarse que exista una buena ventilación de los espacios, para evitar que se acumulen los gases de la combustión. "A veces, en espacios reducidos a las personas les da sueño después de cierto tiempo con la estufa encendida, y cree que es por el calor que la estufa produce, pero no. Son los gases que se han ido acumulando por la combustión".
Aseguró además que hay que fijarse en los quemadores de la estufa que estén en buenas condiciones, sino la estufa empieza a hacer una combustión cada vez más incompleta, y eso genera gases dañinos para la salud.
Finalmente, en cuanto a las estufas a pellet, aseguró que muchas personas piensan que estas requieren menos mantención, sin embargo, "si bien son amigables con el medio ambiente, generan en la combustión ciertos residuos que son como cenizas que hay que cada cierto tiempo limpiarlos, sino se corre el riesgo de que el polvillo que va quedando es mucho más peligroso que un trozo de madera, porque al estar finamente pulverizado, a menor temperatura se va extender con mayor facilidad que si fuera una astilla, por ejemplo", concluyó Raúl Márquez.
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