El fisicoculturista que saca la cara por las regiones y Los Ángeles

Rodrigo Antonio Jorquera Maldonado, de 41 años, mide un metro 82 centímetros, pesa 118 kilos fuera de competencia y 106 kilos en competencia. Quizá este inicio le parece extraño, pero para aquellos que se dedican al fisicoculturismo son detalles no despreciables.

Este angelino bien sabe de ello, puesto que ha tenido que cuidar cada uno de sus números ‘internos’, los cuales lo ha llevado a destacar en un mundo complejo, donde no gana la mejor genética, sino que aquel que es más riguroso, esforzado, y está dispuesto a resignar un sinfín de cosas, como celebraciones de cumpleaños, fiestas familiares, entre otras.

“Toda la vida antes jugaba fútbol, he hecho todos los deportes, y en el fisicoculturismo ingresé en el 2002, y en una competencia estuve por primera vez el 2004. Yo incluso estuve en Iberia, entrené con el plantel hasta el 91, cuando bajó a tercera división. Seguí jugando y me di cuenta que no iba a ser un profesional de los buenos, así que me gustaron las pesas, porque como yo era flaco, ahí partió todo. El 2000 empecé de a poco, y el 2002 estudié algo relacionado, y de ahí me dediqué 100%”, comentó.

Además, añadió que “fue difícil partir, pero tuve la gran suerte de estudiar en Santiago en un instituto que son los mejores de Sudamérica en el área de musculación. Aprendí rápido y se me hizo más llevadero”.

Dice que la mayoría empieza con la idea de mejorar el aspecto físico. Los que son flacos quieren subir de peso, los que son más gordos quieren bajar, y así se va haciendo el ‘juego’.

“Nunca había habido un campeón nacional que no fuera de la región metropolitana, y menos de una ciudad tan chica.  Uno va a Santiago y aún hay gente que no sabe dónde está Los Ángeles, y eso a uno igual le molesta. Fui a una copa Mercosur el 2011, donde estaban los mejores de Chile, y esa vez salí tercero, y ahí me di cuenta que no estaba tan lejos. Fue difícil, porque ese año llevaba ganando mucho tiempo Jean Vergara, pero ahí gané yo. Tras ello fue campeón absoluto tres veces consecutivas”, sostuvo.

PARA SER CAMPEÓN: ¿QUÉ SE RESIGNA?

Se sacrifican muchas cosas, es un deporte que requiere de mucho detalle y mucha disciplina. “Yo en octubre estoy de cumpleaños, y siempre coincide en que lo paso en dieta, olvídate de comer torta. Entreno de lunes a domingo, hago trabajo cardiovascular dos horas, y una hora de pesas. Eso dura 4 meses, que es lo que uno se prepara para una competencia”, aclaró.

Acaba de competir en el Míster Iquique, donde también obtuvo el resultado del mejor en el fisicoculturismo. Pero su entrenamiento siempre se ha mantenido igual, no es solo de ‘mantener’ su físico.

“En general los entrenamientos son iguales, uno gana músculo con el paso de los años. Mi primera competencia fue el 2004 y fui con 77 kilos, y ahora la última fui con 108 kilos, y si uno saca la cuenta han pasado más de 10 años. La relación de subir por año 1 o 2 kilos es muy bueno. Yo despue´s de las competencias –mis alumnos se ríen- siempre mis alumnos me llevan una caja de superocho, me como una al día por lo menos una semana. Me gustan las empanadas, completos, así que después de la competencia, durante unos 15 días, hago desarreglos. Ahora, cuando estoy abocado en una competencia no me salgo con nada”, manifestó.

Hasta la fecha ha conseguido 20 títulos absolutos, que significa ganar el torneo general. Competencias hace 2 o 3 al año, y ahora pretenden ir al sudamericano en septiembre.

Este es un deporte caro, ya que comer 7 a 8 veces al día, una ingesta de proteína.

“Yo como un kilo de carne por día, medio kilo de pollo por día. Ahora, si uno quisiera progresar más, competir con los norteamericanos, eso hay que pensarlo bien. Uno agrega una comida más, son 3 mil pesos, y por 30 días son 90 mil pesos. Eso quizá uno lo puede hacer uno, dos o tres meses, pero sale caro. Este es un deporte que requiere de disciplina, constancia, porque los músculos no se ganan en un día o un año. Uno puede mejorar siendo ordenado”, puntualizó.

Por ahora, su carrera deportiva la financia íntegramente él, por sus propios medios, gracias al trabajo que realiza en el gimnasio, del cual es propietario, y con las asesorías vía web o presenciales que realiza a diario, asumiendo el rol de entrenador personal.

De todos modos, aprovechó la instancia para enviar un afectuoso saludo a cada uno de sus alumnos, ya que reconoce en ellos la motivación suficiente para continuar cada vez que las energías parecen ‘desaparecer’.