Una DC algo esquiva con la Nueva Mayoría

El camino por suceder a la presidenta de la República, Michelle Bachelet, está cada día más cerca.

La última medición de la encuesta Adimark movió las aguas del espectro político e indicó que las preferencias espontáneas hacia el periodista Alejandro Guillier alcanzaron un 28%, superando por primera vez al ex mandatario de Chile Vamos, Sebastián Piñera, quien obtuvo el 27%.

Como ya se ha marcado la tónica de los últimos meses, el candidato del PPD, Ricardo Lagos, no ha logrado despegar y sólo alcanzó un 5% de las preferencias, las que arrastra desde agosto de 2016.

Ante esta situación, la Nueva Mayoría busca continuar por un segundo periodo al mando del país y todo parece indicar que hay más seguridad con Guillier que con otro candidato, y todos competirán para que él sea el nuevo jefe de Estado.

Sin embargo, esta noticia a la Democracia Cristiana no parece tenerla satisfecha.

El propio ex ministro del Interior, Jorge Burgos, tuvo duras palabras para el senador radical en una entrevista realizada en un medio nacional, donde sentenció que “espero que no sea el candidato de la centroizquierda”. Esto no quedó sólo en esta frase, sino que añadió que si llegara a serlo, “estaríamos a fojas cero, pues sus propuestas son desconocidas”.

Claramente un sector importante de la democracia cristiana no se siente a gusto con este candidato, que se muestra como ajeno a la política, pero que pertenece igualmente a la NM.

Lo que se observa hasta ahora es que hay dos visiones en la DC y ninguna opta por Guillier. Por un lado, la presidenta de la falange, Carolina Goic, asegura que el partido va a tener sí o sí un candidato presidencial que compita en las elecciones primarias, y por otro, Jorge Burgos se ha alineado por ahora con Ricardo Lagos, asegurando que un gobierno conducido por el otrora presidente sería una buena noticia para todo el país y no sólo para la centroizquierda.

Con este panorama, existe una sensación, nuevamente, de que la DC no disfruta estar en la Nueva Mayoría, a diferencia de cuando eran la Concertación de Partidos por la Democracia.

Las ideologías del comunismo en un mismo grupo gobernante hacen perder fuerzas a sus planteamientos más conservadores. Es cosa de ver la compleja discusión que se ha llevado desde que la presidenta Bachelet envió el proyecto de aborto en tres causales.

Ahora bien, la Democracia Cristiana es uno de los partidos que más militantes logran movilizar para sus elecciones internas y también para los distintos procesos nacionales, por lo tanto, si el oficialismo actúa nuevamente con displicencia con ellos como ha ocurrido en veces anteriores, la situación puede terminar con votantes buscando nuevos rumbos.