Cristian Iturra: El golpe certero del talento

Cristian Iturra tiene 21 años y es una de las grandes promesas del judo angelino, aunque sólo comenzó a practicar este deporte a los 16 y pese a que se inició tarde -muchos lo practican desde pequeños- los entendidos en el tema destacan el talento del joven angelino.

“Quería un arte marcial, pregunté  y por un amigo de la familia me dijeron que había posibilidades de hacer judo.  Fui me quedé en las prácticas y me gustó. Y ahí empecé”, explicó, relatando como se decidió por esta arte marcial.

Dice que lo que más le llamó la atención del judo fue la camaradería que se forma entre los competidores mismos, porque “después de un mes yo salí a mi primer campeonato y la pasé súper bien, mis compañeros súper buena onda y al final se forma como un lazo de familia dentro de todo”.

ESTUDIOS Y ADOLESCENCIA

Iturra estudió su enseñanza media en el Colegio Padre Hurtado y la básica en el colegio Juan Pablo II.

Uno de sus pasatiempos favoritos en su niñez y adolescencia fue andar en bicicleta, aunque confiesa entre risas que “hartas caídas me ‘mandé’”.

Pese a ello, destacó que sólo lo hacía por hobbie. “Me gustaba salir a andar en bicicleta por la ciudad, salía a los campos a andar en bicicleta, pero no más allá como profesionalmente”, explicó.

En cuanto a su adolescencia, y sus compañeros, dijo que  nunca fue uno de los alumnos destacados socialmente, sino que era más de los que pasaban inadvertidos.

Para sorpresa, Cristian aseguró que no practicó deportes hasta el judo, simplemente porque no le llamaba la atención. “No me llamaban mucho la atención los deportes,  comúnmente era salir a andar en bicicleta o cuando empecé a hacer judo, judo. Pero antes de eso no. Había intentado con básquetbol, tampoco me había gustado, fútbol menos, fue como lo único que me fue quedando”, aseveró el deportista.

UNA EXTRAÑA INSPIRACIÓN

Muchos entran al deporte como una forma de salir de la rutina o de aprender cosas nuevas, pero la inspiración de Cristian es bastante particular. El judoka, explicó que “quería aprender a pelear, el típico cabro chico que veía Dragon Ball Z y quería aprender a pelear”.

A lo anterior, agregó que en esa serie, veía muchas peleas, algo que le gustó y se decidió aprender a pelear, por lo mismo quería buscar un arte marcial.

EL JUDO EN LO PERSONAL

Muchos han destacado a Cristian como un deportista talentoso, debido a que con pocos años en la actividad, ya destaca a nivel local y nacional. Pese a ello, Iturra se ve como “alguien esforzado dentro del deporte, nunca he faltado al entrenamiento, a lo más si estoy muy resfriado, tengo que estar agonizando en la cama para faltar… No sé, puedo estar lesionado e igualmente siempre he ido a todos los campeonatos y si no tengo los medios como para costeármelos, me los consigo y siempre voy y aunque me vaya mal o me vaya bien sigo dándole hasta el final”.

Actualmente, Iturra se dedica a tiempo completo al judo, incluso dejó su carrera universitaria para sacar adelante su carrera deportiva. “En este momento me estoy dedicando al judo, porque yo ya salí del colegio y entré a estudiar a la universidad, pero congelé, entonces como que me he enfocado harto en el judo y este año no pienso, como que no tengo una carrera para estudiar, quiero más el tema del judo. Quiero llegar dentro del ránking nacional de los primeros y ver qué pasa”, comentó.

En cuanto a metas, explicó que a lo que aspira es a más adelante, -si se dan las posibilidades- salir a competir afuera, un Panamericano, Sudamericano, un Grand Prix o un Mundial, no estaría mal, a lo que agregó, “y ¿por qué no un juego olímpico?, si no tenemos por qué soñar en pequeño”.

LA FAMILIA

Cristian vive con sus papás y sus dos hermanos menores, uno de 10 y otro de 18 años, aunque ninguno siguió su camino en el judo. “En la familia de parte de la mamá son muy fanáticos de los autos, pero yo no, como que no me gusta ese ambiente de andar en un auto, lo encuentro muy estresante”, argumentó, lo que explica el gusto de su hermano por el deporte tuerca.

Del mismo modo, comentó que ha recibido todo el apoyo por parte de ellos y recalcó que “tengo todo el apoyo al menos, bueno igual de repente de llaman la atención por entrenar tanto, pero yo le digo ‘no si tengo que seguir, si quiero ser el mejor tengo que seguir’”. 

Igualmente, enfatizó en que no es sólo un apoyo en lo deportivo, sino que también en lo emocional, debido a que siempre le han recordado, que si no se siente bien entrenando, vuelva a la casa. “Siempre están apoyándome, tirándome para arriba”, dijo.

En cuanto a las competencias y su lejanía del hogar, puntualizó en que “ahora mismo yo no llego a la casa ya hace tiempo, estuve como una semana y tuve que venir para Puerto Montt ahora a un campamento”.

Pese a lo anterior, dijo que ha sido complicado porque en la concentración pasan las fechas importantes como cumpleaños, fechas en las que le gustaría estar con su familia, aunque asumió que “no se puede, porque uno eligió esto”.

EL JUDO EN LA COMUNA

Una de las cosas que más recalca Cristian es la importancia que tiene los pequeños deportistas en el futuro del judo, donde ellos como los deportistas con más experiencia, han jugado un rol importante enseñando a los menores.

“Nosotros jugamos con ellos igual, les vamos enseñando la técnica entremedio de los juegos. Y deportistas grandes igual, hay hartos deportistas grandes que están súper motivados y se nota que quieren seguir adelante, se nota que quieren seguir y tienen talento”.

Al día de hoy, Cristian se encuentra en Puerto Montt, lugar donde es parte de un campamento de judo y donde este fin de semana enfrentará un campeonato.