Condiciones climáticas adversas

La ola de calor llegó nuevamente a Los Ángeles con temperaturas que fácilmente superarán los 35 grados y con ello el riesgo inminente de que puedan resurgir los incendios forestales.

La provincia de Concepción ya se encuentra en alerta roja con focos importantes en el sector de Florida y específicamente en Quillón, donde el día de ayer el fuego se acercaba violentamente al pueblo.

Tanto las empresas forestales, como las eléctricas y también los usuarios deben hacer un esfuerzo significativo para que se pueda evitar que esta emergencia se acreciente en nuestra zona. Cuando se quema un bosque, se daña la naturaleza, se pone en riesgo la vida humana y de animales y se destruye la historia y el esfuerzo familiar que a nadie le ha sido fácil.

Ante esta situación, es de gran relevancia que vayamos aprendiendo las lecciones que nos dejan estas catástrofes y que seamos capaces de anticiparnos a ellas.

En primer lugar, respecto a los árboles que se encuentran cercanos al tendido eléctrico, las propias forestales deben velar para que estas no vayan a amenazar con destruir los cables. Por su parte las empresas de transmisión tienen que perfeccionar aún más su trabajo preventivo para que el sector privado y los vecinos tomen razón de estas observaciones.

Y, en tercer lugar, las personas deben actuar de manera responsable y educar a los más jóvenes e irresponsables por esencia en muchos casos, para que protejan el entorno.

Si hacen asados o fogatas en el campo, el manejo del fuego debe ser con responsabilidad. Hay que tener botellas con agua en caso de emergencia o algún extintor. Asimismo, una vez terminada la reunión, el fuego debe ser tapado con arena.

Lo mismo con los cigarrillos. Muchos adultos y jóvenes fuman y luego arrojan las colillas al suelo o las lanzan lejos donde perfectamente pueden ocasionar fuertes incendios.

Parte de los siniestros que quemaron miles de hectáreas en verano, se originaron aparentemente por esta irresponsabilidad.

Es deber de la sociedad y no sólo de las autoridades, trabajar para que las desgracias no destruyan la tranquilidad de las familias. La responsabilidad y la educación por parte del núcleo más cercano es clave para que estos hechos no se repitan. Esperemos que este mensaje, llegue a la comunidad y entre todos permitamos que la provincia de Biobío y el país evite catástrofes innecesarias.