Aún respira señores

La renuncia del gobernador Luis Barceló a su puesto, tras el impasse vivido con el intendente de la Región del Biobío Rodrigo Díaz, aún sigue sin ser confirmada desde La Moneda.

Desde palacio, debe ser la Presidenta de La República, Michelle Bachelet, a través de su ministro del Interior Mario Fernández, la que confirme la petición de Barceló, sin embargo, hasta nuestro cierre, eso no ha sucedido.

Desde el momento en que se conoció la existencia de la carta de Barceló a Bachelet comenzaron a surgir nombres para su reemplazo y hoy comienza a sonar con mucha fuerza un socialista, pues queramos o no, los puestos se distribuyen según el color político y muchas veces están decididos los partidos políticos que ocuparán determinados cargos, antes de saber quién será la persona.

No obstante, según la lógica de distribución del poder de la coalición gobernante, el puesto que aún no está vacante ya abrió el apetito de otros partidos de la Nueva Mayoría en la provincia, lo que podría generar un sismo local a una coalición gobernante que ya está con serios problemas estructurales y en consecuencia su derrumbe total.

He ahí la razón de la demora en la confirmación de la baja de Barceló desde La Moneda, pues no es bien visto desde el poder central que un gobernador renuncie por problemas nacidos durante el censo. ¿Se imagina la alegría del comando de Sebastián Piñera si ocurriera eso?

Hoy estamos ante los problemas serios de la política y observamos una buena reacción desde el centro del poder, algo a lo que no estamos acostumbrados después de tantos errores. Parece que la lógica política venció a la lógica de la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno, Secom y se tomó el tema con seriedad.

En efecto fueron tantos los dardos lanzados contra el censo de Piñera, que reconocer los errores en el censo de Bachelet implica perder la lucha de coaliciones en un año electoral, recordando siempre que el tema menos importante para el mundo del poder en 2017, es la ciudadanía.

En concreto, para que los políticos no sigan pensando que los medios y los ciudadanos son tontos, lo que se debe transparentar es qué llevó a Barceló a tomar su decisión tras la pelea con Díaz, aunque usted ya lo leyó en La Tribuna.