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“Tener una mascota significa ser responsable desde la primera infancia con los seres vivos y en todo su quehacer diario”.
La mayoría de los niños y niñas sueñan con tener una mascota: un gato, un perro, un ave, una tortuga, un pez, un pollo y a veces suelen sorprendernos con la petición de muchos animalitos en su hogar, simplemente para quererlos, jugar con ellos, acompañarlos, cuidarlos y hasta bañarlos. ¿Por qué tener una mascota es aún más especial para niños de 0 a 5 años? Hay varios beneficios, uno de ellos, apoyado en evidencia científica, dice que podría favorecer el desarrollo del sistema inmunológico. Se ha estudiado que los niños y niñas que crecen con perros, tienen menos posibilidades de desarrollar alergia y asma comunes. Asimismo, tener una mascota significa ser responsable desde la primera infancia con los seres vivos y en todo su quehacer diario.
Esto es parte de un círculo virtuoso, que les permite a los más pequeños del hogar, empatizar con el otro, tener un nuevo compañero a su altura, con pelaje, diferente y juguetón que aumenta en ellos la motivación de compartir con sus mascotas. Esto implica, entre otras cosas, que la mascota pasa a ser testigo de sus aprendizajes y logros, junto con ser en ocasiones un facilitador de los mismos. Por ejemplo, cuando las niñas y niños empiezan a leer, pueden sentirse presionados por las personas que lo rodean para hacerlo bien, sin embargo que le lea a la mascota, puede ser más cómodo, ya que ésta difícilmente lo interrumpirá y presionará para que lo haga más rápido. También aprenden porque van ensayando e identificando sus propias emociones y es un buen escenario en el que pueden construir y formar hábitos para sí mismos. Los niños que crecen con una mascota desarrollan un carácter más abierto y receptivo porque están conectados con la afectividad, la sensibilidad y la generosidad que contribuye a ser más sociables. Crecen protegiendo a los animales.
En la ruta de aprendizaje en los jardines infantiles de la Junji, nuestras educadoras de párvulos y técnicos en educación parvularia, enseñan a los párvulos a cuidar a los animales, quienes necesitan vivir en un ambiente apropiado de acuerdo a las características que presentan. Es necesario conocer cómo los animales influyen en la vida y el importante papel que cumplen en el ser humano.
Nunca olvidar que los padres, madres, familias, adultos responsables siempre deben guiar y enseñar a sus hijos para que se hagan amigos de los animales. Por supuesto, antes de decidir tener una mascota en casa, debe revisar todas las medidas de seguridad, tanto para los niños como para el nuevo integrante del hogar. Los niños menores de cuatro años no tienen el autocontrol y entendimiento para poder interactuar con cuidado con una mascota. Los niños pueden lastimar a la mascota y viceversa. Es por eso que es importante que se establezcan normas de seguridad antes que lleve una mascota a casa. Los animales requieren de acogida, socialización, entrenamiento humanitario, comida, alojamiento adecuados, y recibir suficiente ejercicio y atención.
Es importante que los niños entiendan que su mascota es una criatura viviente que siente hambre, sed, frío, calor, miedo, entusiasmo, y dolor, así como ellos. Y al sentir empatía serán más propensos a cuidarlos mejor. Aunque, sin duda, una de las mejores maneras de que los niños aprendan sobre cuidado de mascotas, es observando el comportamiento de sus padres.
Andrea Saldaña León.
Directora Regional Junji Biobío
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