Diez consejos para empezar a hacer ejercicio y no fracasar en el intento

El término del verano y comienzo del otoño siempre son claves para los que deciden marcarse ciertos propósitos.

Uno de los más repetidos es siempre el de hacer ejercicio. Los gimnasios han sido una común alternativa, pero muchas de las metas que se marcan los entusiastas a principios de mes, no llegan ni a la primera semana.

Para que no caigan en saco roto las expectativas de cambiar de estilo de vida hay que ser consecuente y realista, indica el diario El Mundo de España.

En este contexto, la doctora Beatriz Martínez Pascual, directora de Área de Salud y Deporte de la Universidad Europea, ha elaborado este decálogo para triunfar con el propósito de hacer ejercicio 'y no morir en el intento':

Elija su deporte

Por muy de moda que esté el 'running', quizás no sea lo suyo. No se deje llevar por las modas. Todo dependerá de su experiencia con el ejercicio físico hasta la fecha. Tenga en cuenta cómo está de preparado su cuerpo para la actividad que se plantee realizar y márquese objetivos realistas en cuanto la base de preparación de la que parte.

Prepare el diccionario

TRX, hit, crossfit, zumba. Las nuevas actividades, en interiores o al aire libre, tienen nombres enredados que le pueden llevar a equivocarse. Tendrá que informarse para encontrar lo que está buscando.

Dosifíquese

Quién mucho abarca, poco aprieta, dice el refrán, así que no lo de todo al principio o se quedará sin nada. Empiece poco a poco y de tiempo a su cuerpo y mente para que se acostumbre a la nueva rutina. El sobresfuerzo puede ser contraproducente y terminar con su propósito. ¡Paciencia!

Su combustible: una correcta alimentación

Su cuerpo va a necesitar una alimentación equilibrada que le proporcione la energía suficiente para la rutina. Junto con el descanso, componen el 'entrenamiento invisible'.

Establezca una relación formal y duradera

Su relación con el deporte no puede ser efímera. Cuídela para que dure mucho tiempo, sólo así conseguirá lo que se propone. Ponga metas a corto plazo pero que conformen un objetivo a largo: le ayudará a mantener la ilusión del primer día hasta que asimile la práctica de ejercicio como una rutina.

Integra el deporte en tu vida y no tu vida en el deporte

Evite pasar del sedentarismo a la obsesión (y de ahí a las lesiones frecuentes). Algo tan sencillo como andar o pasear en bici pueden formar parte del plan previsto y servir como complemento perfecto de las actividades más 'intensas'. ¡No se machaque!

Escuche las señales que manda su cuerpo

Nuestro cuerpo se comunica con nosotros y hay que aprender a escucharlo y respetar nuestros límites. Tomarse un breve descanso cuando nos sintamos 'cargados' puede evitar que pasemos una larga temporada en el dique seco. Además, no hay que olvidarse de las fases del calentamiento o los estiramientos, claves para acomodar el cuerpo a nuestro nuevo estilo de vida.

Prepare la mochila

Calzado adecuado, ropa cómoda y transpirable. Son cada vez más las opciones que nos ofrecen las marcas, conscientes de los beneficios que supone la práctica del deporte en todos los aspectos de la vida. Pero que no lo timen, no siempre lo mejor es lo más caro, compare y equípese con lo necesario para su nivel.

Acuda al fisioterapeuta

Si las molestias comienzan, no deje que se acumulen. Acuda a un fisioterapeuta para evitar lesiones. El cuerpo humano es la máquina más precisa del planeta. Póngase en manos de profesionales para que cuiden su cuerpo en caso de lesión. Es importante recuperarse correctamente y con el tiempo necesario antes de volver a la dinámica deportiva.

No culpe al entorno

Usted es el protagonista de esta historia. Puede pedirlo en su carta al viejito pascuero, pero como ya no es un niño, tendrá que tomar la iniciativa. Cualquier fecha es buena para comenzar con su nuevo estilo de vida, así que ¡cuanto antes mejor!