Las pésimas condiciones en la que entrenan las divisiones inferiores de Iberia

15:40 horas, en una tarde con intenso frío en la capital de la provincia de Biobío. Algo de neblina, pero cerca de 10 jóvenes se hallaban sentados en unos neumáticos a un costado de la cancha América, ubicada a un costado de la de la Real Victoria, todo esto mientras de fondo se notaba imponente, el estadio municipal de Los Ángeles.

Abrigados con parkas, bufandas y evidente frío, comenzaban a  cambiarse de ropa ahí mismo, no en un camarín, no en un container, ni siquiera bajo un techo o algo que los resguarde de las bajas temperaturas que azotan a Los Ángeles durante estos días, ahí mismo, a la intemperie, a simple vista de cualquiera que transite por ese sector, los jóvenes comenzaban a cambiar su ropa de colegio, por el buzo de la institución.

Tras ello, poco a poco comenzaban a llegar más de sus compañeros, treinta o cuarenta menores llegaban hasta el lugar y trataban rápidamente de ponerse en condiciones de entrenar, eran jugadores de la sub 15 y sub 16 de Deportes Iberia.

Minutos más tarde, luego que se hiciera presente el profesor a cargo, comenzó el entrenamiento con un suave trote para calentar.

La cancha, de tierra, ya barrosa por la helada que había caído en la mañana, contrastaba con la alegría de los niños que sólo buscaban divertirse y aprender de fútbol.

El panorama era desolador, una cancha de tierra sólo apta para el fútbol amateur, que no tenía si quiera las mínimas condiciones de seguridad para evitar lesiones.

Sumado a lo anterior, la basura que rodea el sector, hace que más que sostenible la idea que aparezca roedores en el lugar, pues, más allá de una cancha, los al rededores parecen ser un basural.

La conversación con uno de los padres, deja en evidencia que el entrenamiento en estas condiciones ya es algo habitual, que por lo menos una vez a la semana estos jóvenes realizan sus prácticas futbolísticas en dicho lugar.

Son cerca de cuarenta jugadores que entrenan casi a diario en distintos recintos, con dos profesores a cargo, pero que ni siquiera tienen utilero, es decir, todos los implementos debieron llevarlos ellos mismos.

Para colmo tampoco llegaron los coordinadores de las divisiones inferiores y según los propios padres no es común verlos durante las prácticas.

Sin ir más lejos, ya han ocurrido algunos conflictos producto de lo anterior. Hace algunos días, estos mismos jugadores entrenaron en el sector de Promasa, el problema surgió que luego del entrenamiento, el bus que los traslada se retrasó cerca de media hora, provocando que, por las intensas lluvias, los jóvenes llegaran empapados a sus casas, según relataron los propios padres a La Tribuna.

Las imágenes, dejan al descubierto las pésimas condiciones en la que entrenan juveniles de Iberia, que representando al club en todo el país, llegan a Los Ángeles y deben entrenar bajo la lluvia, frío y en canchas de tierra.

La pregunta es ¿esas son las condiciones en que –por lo menos una vez a la semana- entrenan los futuros jugadores del primer equipo?

¿Por qué nuevamente los coordinadores no se hacen presente en los entrenamientos y más considerando las circunstancias en que se llevan a cabo?

¿Cuál es la responsabilidad de los coordinadores en este tipo de hechos?